Una violenta explosión sacudió la urbanización Las Quintanas, en Trujillo, la noche del jueves 4 de septiembre, dejando daños materiales en viviendas y vehículos, aunque sin víctimas mortales. El estallido ocurrió alrededor de las 10:45 p.m., cuando un artefacto explosivo detonó en la fachada de un inmueble ubicado en la calle Lizarzaburu, frente al parque Perpetuo Socorro.
La onda expansiva se sintió en distritos como La Esperanza, Moche, Florencia de Mora y Huanchaco, lo que generó pánico entre los vecinos, quienes salieron de sus casas junto a sus hijos y mascotas.
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Testimonios de miedo y cansancio
Vecinos denunciaron que la vivienda atacada habría estado vinculada a personas relacionadas con la minería ilegal y que solía recibir vehículos lujosos. “Venían en carros de lujo, hacían piques y no dejaban dormir”, relató un poblador. Otros residentes señalaron que no se sienten seguros en la ciudad y anunciaron posibles protestas contra las autoridades regionales.
Daños y detenidos
El estallido dañó la fachada del inmueble, casas vecinas y un automóvil estacionado. Una adulta mayor fue atendida preventivamente por personal médico. La Policía Nacional acordonó la zona y equipos de criminalística recogieron evidencias del artefacto usado.
Horas después, se confirmó la detención de dos sospechosos, luego de que cámaras de seguridad captaran a uno de ellos corriendo a pocos metros del lugar de la explosión.
Trujillo bajo ola de explosiones
Este atentado se suma a una serie de ataques registrados en los últimos meses en Trujillo. Apenas semanas atrás, otra bomba explotó en la avenida Perú, dejando cinco heridos y más de veinte viviendas afectadas. Dicho ataque fue atribuido a la banda criminal Los Pepes, en disputa con Los Pulpos.
Los explosivos se han convertido en una táctica recurrente de mafias ligadas a la extorsión y a la minería ilegal en La Libertad, generando un clima de terror en la capital regional.
Reclamos ciudadanos y estado de emergencia
La población exige respuestas inmediatas ante lo que consideran un abandono de las autoridades locales y nacionales. “Esto ya se está haciendo costumbre en Trujillo: vivir con explosiones todas las semanas”, declaró un vecino indignado.
El Gobierno mantiene el estado de emergencia en las provincias de Pataz y Virú por la violencia vinculada a la minería ilegal, pero los trujillanos piden que se amplíe la medida a la capital regional, donde la inseguridad también se ha agudizado.
(Con información de Infobae)