¡Una boda digna de telenovela! Lo que debía ser un día de amor y compromiso en Bagua terminó convertido en un escándalo viral cuando una novia fugitiva dejó a su pareja plantada en pleno altar.
El suceso, ocurrido el 14 de febrero, dejó boquiabiertos a los asistentes y generó una ola de especulaciones en redes sociales. Ahora, Cielo, la protagonista de esta historia, rompe su silencio y revela la verdad detrás de su impactante decisión.
Del amor al engaño: La traición que lo cambió todo
En una entrevista con el programa «Andrea» de ATV, Cielo confesó que no huyó por miedo ni amenazas, como se había rumoreado. La razón fue mucho peor: su prometido, Clever Huamán, le había sido infiel pocos días antes de la boda.
«Mi amiga me dijo que él me engañaba con otra mujer en Bagua. Le pedí pruebas y me mostró una foto de él besando y abrazando a otra chica. Vi la foto el 13 de febrero, un día antes del matrimonio. No le dije nada, pero en el altar las lágrimas me ganaron y decidí no aceptar. Me fui corriendo porque quería darle una lección, para que aprenda que no se juega así», relató Cielo.
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¿Reconciliación después del escándalo?
Si el desplante en el altar ya había sido sorpresivo, lo que vino después dejó a todos aún más confundidos. A pesar de la humillación pública, Cielo y Clever fueron vistos celebrando juntos horas después del «no» en el altar.
Los videos de ambos bailando y disfrutando en la recepción preparada para los recién casados causaron revuelo. ¿Acaso se habían reconciliado? Según Cielo, no fue así. Explicó que Clever intentó pedirle perdón, asegurándole que su infidelidad había sido «un error». Sin embargo, ella no estaba dispuesta a perdonarlo, pero decidió quedarse en la fiesta porque ya estaba organizada.
«Nos quedamos celebrando hasta las 5 de la mañana. Pero yo ya tenía claro que no iba a regresar con él», afirmó.
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Un amor fugaz y una boda que no fue
La relación entre Cielo y Clever avanzó a toda velocidad. Se conocieron cuando él iba a comprar a su negocio y, apenas una semana después, le propuso ser su novia y casarse. En menos de un mes, Clever ya había hecho todos los trámites para la boda.
«Me dijo ‘quiero que seas mi novia, hay que casarnos’. Se encargó de todo, sacó mi partida de nacimiento y pagó en la municipalidad. Solo faltaba su documento que venía de Cajamarca. Todo pasó tan rápido», contó Cielo.
Pero lo que parecía un amor de cuento terminó en un escándalo público que dejó claro que no todo lo que brilla es oro.
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