Tragedia en Pasamayo: un muerto y 33 heridos en choque múltiple

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Una nueva tragedia enluta las carreteras del país. La mañana del miércoles 18 de junio, un accidente múltiple en la Variante de Pasamayo, a la altura del kilómetro 53 de la Panamericana Norte, dejó una persona fallecida y al menos 33 heridas, según reportes oficiales de la Policía Nacional del Perú y servicios de emergencia.

El siniestro se registró poco antes de las 7:00 a.m. y habría sido provocado por las difíciles condiciones climáticas en la zona: densa neblina e intensas lluvias que redujeron drásticamente la visibilidad. Testigos y autoridades coinciden en que el pavimento mojado y la niebla fueron factores decisivos en la gravedad del accidente.

Un bus volcado y un choque en cadena

Según información preliminar, el accidente involucró varios vehículos, entre ellos un bus que viajaba de Huaral a Lima. Este habría perdido el control y se salió de la vía, originando un choque en cadena. Entre las posibles causas también figura la somnolencia del conductor y exceso de velocidad.

“Uno de los choferes aparentemente se quedó dormido. El bus se desvió e impactó contra otros vehículos. La niebla no permitió ver con claridad lo que ocurría”, explicó un oficial de la Policía de Carreteras.

Atención médica y caos vehicular

Los heridos más graves fueron trasladados en ambulancias del SAMU al Hospital de Huaral (13 personas) y al Hospital de Chancay (17 personas). En total, más de 30 personas necesitaron atención médica. Algunas víctimas con heridas leves prefirieron quedarse en el lugar para vigilar su equipaje o esperar transporte hacia Lima.

Tres unidades de bomberos, ambulancias y patrullas policiales acudieron rápidamente a la emergencia, desplegando labores de rescate y primeros auxilios. La vía fue restringida en el sentido norte a sur, lo que generó un fuerte congestionamiento vehicular, afectando a cientos de transportistas y pasajeros.

Variante de Pasamayo: una ruta mortal

La Variante de Pasamayo es ampliamente reconocida por su peligrosidad, especialmente durante los meses de invierno. La combinación de lluvias intensas, niebla y curvas cerradas la convierte en una trampa mortal para los conductores desprevenidos. A pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad en la zona, sigue siendo escenario de tragedias.

Este accidente recuerda otros eventos similares ocurridos en años anteriores y pone en debate nuevamente la necesidad urgente de reforzar las medidas de prevención y control en esta vía, incluyendo señalización luminosa, radares de velocidad y restricciones más severas en condiciones de mal clima.

La emergencia coincidió con una advertencia del Centro Sismológico Nacional, que días antes reportó un sismo de magnitud 3.7 cerca de Ancón, lo cual ha elevado el nivel de vigilancia sobre las infraestructuras viales vulnerables como la de Pasamayo.

(Con información de Infobae)