Una tragedia enluta nuevamente al sur del país. Un bus interprovincial de la empresa Llamosas cayó a un abismo de 200 metros en la carretera Panamericana Sur, a la altura del sector Ocoña, en la provincia de Camaná (Arequipa), dejando 37 personas fallecidas y decenas de heridos.
El accidente ocurrió la madrugada del miércoles en el kilómetro 780 de la vía, un tramo reconocido por su peligrosidad y curvas pronunciadas. Según información preliminar, el autobús —que cubría la ruta Chala–Arequipa— impactó contra una camioneta Toyota Hilux, lo que provocó que el conductor perdiera el control y cayera al precipicio.
El Gerente Regional de Salud de Arequipa, Walter Oporto, confirmó a RPP Noticias que 36 personas murieron en el lugar y una más falleció en el centro de salud de Ocoña, cifra que podría considerarse definitiva tras la verificación total del vehículo siniestrado.
Equipos de bomberos, policías y rescatistas trabajaron durante horas en condiciones extremas para recuperar los cuerpos y rescatar a los heridos. El difícil acceso y la falta de visibilidad complicaron las labores de emergencia.
Entre los 27 heridos atendidos en el centro de salud de Ocoña, 14 fueron trasladados al hospital de Camaná, y otros cuatro pacientes graves fueron derivados a la ciudad de Arequipa para recibir atención especializada. Las víctimas incluyen niños y adultos, muchos de ellos residentes de Caravelí y trabajadores que viajaban hacia la capital regional.
Hasta el momento, la empresa Llamosas no ha emitido un comunicado oficial ni publicado la lista completa de pasajeros, lo que ha generado desesperación entre los familiares que buscan información en hospitales y dependencias policiales.
El siniestro reaviva el debate sobre la seguridad vial y la supervisión del transporte interprovincial, especialmente en zonas de alto riesgo como la Panamericana Sur, donde en 2018 ocurrió un accidente similar que dejó 40 muertos.
Las autoridades continúan con la identificación de las víctimas y la investigación de las causas del accidente, que se perfila como uno de los más graves ocurridos este año en el sur del Perú.

