Tragedia confirmada: hallan el cuerpo de Ashley Vargas en la cabina del avión

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Luego de 16 días de intensa búsqueda, la Fuerza Aérea del Perú (FAP) confirmó este viernes 6 de junio el hallazgo del cuerpo de la alférez Ashley Vargas, desaparecida durante un vuelo de instrucción el pasado 20 de mayo. Sus restos fueron encontrados dentro de la cabina del avión KT-1P, en las inmediaciones de la Isla Zárate, en la región de Pisco, donde se perdió el contacto con la aeronave.

Último contacto y ubicación confirmada

De acuerdo con el comandante general de la FAP, Carlos Enrique Chávez Cateriano, la ubicación final de la aeronave fue determinada gracias al sistema de geolocalización satelital Sky Router, que enviaba datos cada 30 segundos. El último registro fue a una altitud de 750 pies y a una velocidad de 380 km/h, coincidiendo con el punto donde se recuperaron el cuerpo y los fragmentos de la nave.

Ashley reportó su posición por radio desde la Isla Zárate, sin informar ninguna anomalía ni desperfecto técnico, lo que ha hecho aún más desconcertante la causa del accidente. “Se comunica con la torre de control y no indica ninguna novedad ni falla en su aeronave”, señaló Chávez.

Una piloto con trayectoria prometedora

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El vuelo representaba un momento crucial en la carrera militar de Ashley Vargas. Era su vuelo de graduación dentro del curso básico de formación como piloto militar. Tras su culminación, ella iba a postular a una de las tres especialidades de la FAP: caza, transporte o helicópteros.

Ashley no solo estaba habilitada, sino que destacaba entre sus compañeros. Ocupó el séptimo lugar entre 19 alumnos en calificación de instrucción en tierra. Su formación incluyó horas de vuelo en tres tipos de aeronaves: la Cessna 172, el FH 2000 y el KT-1P. Había acumulado 74,4 horas de vuelo, muchas de ellas en solitario.

Una operación de búsqueda sin precedentes

La FAP desplegó un operativo de gran magnitud con más de 272 personas involucradas, incluyendo 180 efectivos en tierra, unidades navales y patrullaje aéreo. La Marina de Guerra, el Ejército, la Policía Nacional del Perú y drones no tripulados también se sumaron a la operación, que totalizó 200 horas de vuelo de aeronaves militares y 112 horas de drones.

El área de búsqueda fue dividida en sectores específicos, con mapas de patrullaje aéreo y unidades navales en posiciones estratégicas. El punto rojo en el centro de los mapas marcó el lugar exacto donde se halló el cuerpo de la alférez Vargas, junto a los restos de la aeronave.

Un adiós doloroso que deja preguntas abiertas

El hallazgo del cuerpo pone fin a una búsqueda angustiante, pero abre nuevas interrogantes sobre las causas del accidente. Las autoridades deberán esclarecer si existió alguna falla estructural, error de procedimiento o fenómeno externo que llevó al siniestro.

Para muchos, Ashley Vargas no solo era una joven promesa de la aviación militar, sino también símbolo del esfuerzo y la vocación de servicio de una nueva generación de mujeres en las Fuerzas Armadas del Perú.

(con información de Infobae)