Tiroteo dejó dos delincuentes muertos y tres policías heridos

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La ciudad de Lima fue escenario de un violento tiroteo en las inmediaciones de la estación México del Metropolitano, una de las zonas más concurridas de la capital. El incidente, que involucró a miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) y un grupo criminal con amplio historial delictivo, dejó un saldo de dos delincuentes muertos y tres agentes policiales heridos.

El pánico se apoderó de los peatones, conductores y vecinos del lugar. Testigos relataron escenas caóticas y ráfagas de disparos que generaron un clima de terror en plena vía pública. La intervención se dio como parte de una operación policial para capturar a los responsables del asesinato del suboficial Ángel Belleza, ocurrido semanas atrás en el distrito de Miraflores.

Los héroes del día

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Entre los heridos se encuentra el coronel Juan Carlos Montúfar, jefe de la División de Investigación de Robos de la PNP, quien resultó impactado por un proyectil durante la intervención. A pesar de la gravedad del suceso, el coronel Montúfar, desde su cama de hospital, envió un mensaje contundente:

“Acá estamos, con la bendición de Dios, fuera de peligro. Esperando recuperarme para salir nuevamente a capturar a estos miserables que hacen daño a la población”.

Junto a él, también resultaron heridos los suboficiales Poma Moscoso y Lévano Barrantes, quienes permanecen en condición estable en el Hospital Nacional PNP Luis N. Sáenz, en el distrito de Jesús María.

Operación de alto riesgo

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Según informó el general Óscar Arriola, jefe del Estado Mayor de la PNP, los delincuentes capturados tienen vínculos con el asesinato del suboficial Belleza, quien brindaba seguridad privada en sus días de franco para llevar sustento a su familia. Los agresores también están implicados en secuestros, robos agravados, asaltos a mano armada y delitos con violencia extrema.

“Estos sujetos cambiaban constantemente de placas de vehículos robados para delinquir sin ser detectados”, explicó Arriola. “Estamos hablando de criminales sanguinarios, sin escrúpulos, que no dudaron en atacar a nuestros efectivos”.

La intervención, coordinada entre unidades de Robos, SUAT e Inteligencia de la PNP, logró interceptar el vehículo de los criminales con alta precisión táctica. Según Arriola, los disparos del equipo policial fueron dirigidos directamente al objetivo, impidiendo una fuga y neutralizando a los agresores.

“La operación ha sido tan fina, tan precisa, que los impactos realizados por el personal han ido directamente al vehículo donde iban estos criminales que hoy están fuera de circulación, por salud o por la cárcel que les espera”.

Reacción institucional y política frente al tiroteo

El ministro del Interior, Carlos Malaver, acudió al hospital para visitar a los agentes heridos. Elogió su valentía y reafirmó el compromiso del gobierno con el combate al crimen organizado. Subrayó la necesidad de impedir que delincuentes peligrosos vuelvan a las calles por fallas procesales o debilidad institucional.

Por su parte, el Ministerio Público ha iniciado las investigaciones correspondientes. El fiscal provincial Pedro Nicho Suyón dirigió diligencias en el lugar de los hechos, incluyendo pericias balísticas, recolección de casquillos de bala, inspección técnico policial y declaraciones de testigos. También se evalúa el estado de los presuntos delincuentes internados en el Hospital Dos de Mayo, con miras a tomarles declaración en el marco del proceso penal.

Una advertencia para el crimen organizado

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El general Arriola fue enfático al declarar que este tiroteo no será el último si las autoridades no trabajan de manera coordinada para evitar que estos delincuentes sean liberados por tecnicismos o vacíos legales. Hizo un llamado a la unidad entre la PNP, el Ministerio Público y el Poder Judicial para frenar la reincidencia del crimen.

“No podemos capturarlos hoy y verlos sueltos en diez meses. Necesitamos justicia efectiva, no solo operativos exitosos”, dijo.

El tiroteo ocurrido en Lima no es solo una noticia más sobre violencia urbana; es una expresión clara de la lucha intensa entre la ley y el crimen en las calles de la capital. Los agentes heridos representan el sacrificio diario de miles de policías que enfrentan a bandas armadas que operan con brutalidad y astucia.

A pesar del dolor, este operativo representa una victoria táctica y simbólica para la PNP. Pero también deja una advertencia: el crimen organizado sigue siendo una amenaza real, y solo con unidad institucional, justicia oportuna y decisión política se podrá revertir la creciente sensación de inseguridad en el país.

(Con información de Infobae)