A más de 30 años del estreno de Bajos Instintos, Sharon Stone ha decidido romper el silencio sobre una de las escenas más famosas —y polémicas— del cine moderno: el cruce de piernas que la convirtió en un ícono pop, pero que también marcó su vida con un legado de engaño y dolor.
En sus memorias La belleza de vivir dos veces, la actriz detalla cómo la filmación de esa secuencia fue un acto de manipulación por parte del director Paul Verhoeven, y cómo sus repercusiones llegaron a costarle incluso la custodia de su hijo.
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La traición en el set: “No se verá nada”
Stone revela que, durante el rodaje, Verhoeven le aseguró que no se vería nada explícito y que solo le pedía quitarse la ropa interior para evitar reflejos de luz. Sin embargo, al asistir a la proyección final, descubrió con horror que la toma mostraba claramente su desnudez.
“Me quedé paralizada. Había sido engañada”, escribe. La actriz relata que, en ese momento, abofeteó al director y llamó a su abogado, considerando acciones legales.
A pesar de su furia, Stone decidió no exigir que la escena fuera eliminada. “Reflexioné sobre el impacto en la película y en mi personaje”, admite. Pero esa elección tendría un precio altísimo.
El costo personal: ¿Una escena le arrebató a su hijo?
El impacto más desgarrador llegó años después, durante su divorcio en 2004. En la batalla legal por la custodia de su hijo adoptivo Roan, entonces de 4 años, la escena de Bajos Instintos fue usada en su contra.
Stone relata que el juez preguntó al niño si sabía que su madre hacía “películas sexuales”, un cuestionamiento que ella califica como “prejuicio grotesco”.
El fallo le quitó la custodia principal, otorgándosela a su exmarido, el editor Phil Bronstein.
“Hoy la gente se desnuda en la televisión como si nada. Yo mostré 16 segundos y perdí a mi hijo”, escribe con amargura.
Cifras que contextualizan el escándalo
- El 78% de las actrices en Hollywood han sufrido situaciones de abuso de poder en sets, según un estudio de USC Annenberg (2022).
- Solo el 12% de las denuncias por manipulación en rodajes llegan a tribunales, según datos de SAG-AFTRA.
- Bajos Instintos recaudó 352millones mundialmente, pero Stone recibió sólo 500 mil por su papel, un salario bajo para el estándar de estrellas actuales.
Hollywood bajo la lupa: ¿Cambió algo?
Stone usa su experiencia para criticar las dinámicas tóxicas de la industria: “Era 1992, y no tenías voz. Hoy hay más conciencia, pero el sistema sigue protegiendo a los poderosos”.
Su testimonio se suma al de otras actrices como Selma Blair y Evan Rachel Wood, quienes han denunciado abusos similares.
Un legado entre el mito y el dolor
A sus 66 años, Stone asegura que no se arrepiente de la película —“fue un trabajo que amé”— pero exige que se conozca la verdad detrás del mito.
“Esa escena no fue mi decisión, pero cargué con las consecuencias. Ahora es mi turno de hablar”.
Su historia no solo expone los abusos del cine de los 90, sino que plantea una pregunta incómoda: ¿Cuántas escenas “icónicas” esconden historias de vulneración?