Restos de la aeronave militar de la FAP son encontrados en Paracas

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El pasado martes 20 de mayo, una aeronave militar KT-1P perteneciente al Grupo Aéreo N° 51 de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) desapareció durante una misión de instrucción de navegación táctica en la región de Pisco, Ica. El último contacto con el avión, de matrícula FAP 446, ocurrió minutos antes de que se perdiera la comunicación con los sistemas de control.

La aeronave era parte del programa de entrenamiento avanzado para pilotos de combate y tenía como ocupante a la alférez Ashley Stacy Vargas Mendoza, de tan solo 24 años, quien se encontraba en proceso de completar su formación como oficial.

Un operativo de rescate sin precedentes

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La FAP, en coordinación con la Policía Nacional del Perú (PNP) y la Marina de Guerra del Perú (MGP), activó de inmediato un amplio operativo de búsqueda y rescate, desplegando recursos aéreos y marítimos en la zona de Paracas. Se utilizan helicópteros Mi-17 y F280-FX, además de un avión C-26B dotado con tecnología de visión nocturna e infrarroja.

Para reforzar la búsqueda, se incorporaron drones de vigilancia y unidades de buzos especializados, quienes operan bajo condiciones complejas en aguas de poca visibilidad. La operación se centra en la península de Paracas, donde se presume que la aeronave pudo haber impactado tras su desaparición.

Hallazgo de partes de la aeronave en Paracas

En conferencia de prensa tras una sesión del Consejo de Ministros, el titular del Ministerio de Defensa, Walter Astudillo, confirmó que se han encontrado restos del avión en un islote cercano a Paracas. Si bien se trata de un avance en las labores de localización, aún no se ha reportado la ubicación del cuerpo principal del fuselaje ni de la alférez Vargas Mendoza.

“El comandante general de la Fuerza Aérea me acaba de informar que ya se encontraron dos partes de la aeronave en un islote”, informó Astudillo. “La búsqueda continúa para ubicar el resto del fuselaje y brindar información definitiva”, agregó.

La joven Ashley Stacy Vargas Mendoza no era una piloto más. Considerada una de las mejores oficiales de su promoción, se graduó como Brigadier General de la Escuela de Oficiales de la FAP y fue reconocida en 2022 con la Espada de Honor por la presidenta Dina Boluarte, símbolo de excelencia académica y compromiso institucional.

Desde pequeña soñó con volar y proteger su país. Sus compañeros la conocían como “Cheetarah”, un apodo que refleja su espíritu ágil, rápido y valiente. Su vocación por la aviación la llevó a convertirse en un ejemplo para otras mujeres dentro de las Fuerzas Armadas del Perú.

Cadena de oración y apoyo nacional

Ante la incertidumbre, familiares, amigos y miembros de la comunidad FAP iniciaron una cadena de oración nacional, invitando a todos los peruanos a unirse en plegarias por la salud y el regreso de Ashley.

“En estos momentos difíciles, convocamos a toda nuestra familia FAP a unirnos en oración por su bienestar”, se lee en los mensajes difundidos por redes sociales.

El caso ha despertado una gran solidaridad ciudadana y ha reavivado el respeto por los hombres y mujeres que, con vocación de servicio, arriesgan su vida en entrenamientos y misiones operativas.

Sobre el avión KT-1P: tecnología y entrenamiento de élite

El KT-1P es un avión de entrenamiento avanzado utilizado por la FAP para formar a pilotos de combate. De fabricación coreana, este bimotor turbohélice posee 950 caballos de fuerza, alcanza velocidades de hasta 648 km/h y tiene un alcance de 1.700 km sin repostar.

Con capacidad para un piloto y un instructor, este modelo es clave para el desarrollo de maniobras tácticas de navegación, simulaciones de combate y misiones de reconocimiento. Está equipado con sistemas de navegación de última generación, diseñados para mejorar el rendimiento y la seguridad del piloto.

La Fuerza Aérea ha asegurado que la misión del KT-1P se realizó bajo estrictos protocolos de seguridad, como parte de las operaciones regulares del entrenamiento militar. Sin embargo, este suceso se suma a otros antecedentes de emergencias aéreas en la región, lo que genera preocupación en la opinión pública sobre las condiciones de vuelo y supervisión técnica de estas misiones.

El Ministerio Público y la propia FAP han iniciado investigaciones para esclarecer lo ocurrido, incluyendo peritajes en la zona del hallazgo y revisión de registros de vuelo, comunicaciones y mantenimiento de la aeronave.

(Con información de Infobae)