Un despliegue militar que divide opiniones en Colombia
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el envío de 25.000 soldados al Catatumbo, en la frontera con Venezuela, con el objetivo de combatir estructuras criminales en la zona.
Según explicó en su cuenta oficial de X (antes Twitter), esta medida busca “reducir al máximo las fuerzas de la mafia” mediante la coordinación entre ambos Estados.
Sin embargo, la decisión generó fuertes críticas desde sectores políticos opositores, que interpretan el despliegue como una acción favorable al régimen de Nicolás Maduro.
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Ernesto Macías: “Maduro ordenó y Petro obedeció”
El exsenador y expresidente del Congreso, Ernesto Macías, acusó a Petro de actuar bajo órdenes del mandatario venezolano.
“Definitivamente, Maduro manda sobre Petro. Le ordenó enviar tropas a la frontera y Petro obedeció. Cada día nos duele más Colombia”, escribió en su perfil oficial.
Macías recordó que el Cartel de los Soles, señalado por la justicia estadounidense como un entramado de narcotráfico vinculado a altos mandos venezolanos, sigue operando en la región.
Críticas desde la oposición colombiana
A las declaraciones de Macías se sumó la representante Katherine Miranda (Alianza Verde), quien afirmó que mientras el país sufre altos niveles de violencia interna, el Ejército se estaría utilizando como ficha geopolítica.
“Nuestro Ejército debe defender a los colombianos, no ser ficha en el tablero de la dictadura venezolana”, expresó en su cuenta de X.
Maduro agradece a Petro por el respaldo
En contraste, Nicolás Maduro celebró públicamente la decisión de Petro durante un acto militar en Caracas, interpretándola como parte de una “zona binacional de soberanía”.
“Agradezco al presidente de Colombia, nuestra hermana Colombia, con que compartimos una sola bandera, el mismo padre, Bolívar”, dijo Maduro, destacando la cooperación en seguridad fronteriza.
Una frontera en disputa política y diplomática
La medida se da en medio de un contexto internacional complejo, donde organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA) y gobiernos aliados han denunciado la falta de legitimidad del régimen de Maduro tras las elecciones de 2024.
La militarización del Catatumbo no solo representa un movimiento estratégico en la lucha contra el crimen transnacional, sino también un nuevo capítulo en la relación bilateral entre Petro y Maduro.
Mientras unos lo ven como cooperación por la paz, otros lo interpretan como un sometimiento político que compromete la soberanía colombiana.