La situación en la frontera entre Perú y Chile, marcada por el estado de emergencia decretado en Tacna y por el creciente flujo de migrantes, llevó a ambos gobiernos a instalar este lunes 1 de diciembre un comité binacional destinado a coordinar acciones conjuntas y enfrentar la tensión que se vive en el límite fronterizo.
El gobierno peruano endureció su postura frente al ingreso irregular tras el incremento de cruces nocturnos en Chacalluta y Santa Rosa. El canciller Hugo de Zela reafirmó el mensaje oficial: “No tenemos capacidad para recibir a más migrantes”, enfatizando la saturación de los servicios y la presencia previa de cientos de miles de extranjeros viviendo en el país. La administración interina de José Jerí reforzó la vigilancia con el envío de 50 militares adicionales y la aplicación estricta de la normativa migratoria.
Reacciones en Chile
En el lado chileno, las autoridades activaron reuniones de urgencia. El subsecretario del Interior, Víctor Ramos, el gobernador de Arica y Parinacota, Diego Paco, y representantes locales evaluaron distintos escenarios. Aunque el alcalde de Arica, Orlando Vargas, señaló que “no hay crisis” y que el flujo es habitual para estas fechas, el refuerzo peruano provocó bloqueos, demoras y grupos varados intentando cruzar.
Las cifras oscilan entre 12 y 80 migrantes detenidos, dependiendo del reporte. Durante la mañana del lunes la situación se calmó: solo algunos ciudadanos extranjeros permanecían en el área, a la espera de los acuerdos entre Chile y Perú.
Áreas de diálogo del comité binacional
El nuevo comité está encabezado por el canciller de Chile, Alberto Van Klaveren, y funcionarios del gobierno peruano. La agenda incluye cinco ejes clave:
- Caracterización del flujo migrante
- Experiencias de reconducción y acuerdos con terceros países
- Intercambio de información entre policías
- Protocolos de seguridad en zonas de riesgo
- Seguimiento de casos irregulares detenidos en frontera
“Esperamos intercambiar experiencias y resolver de manera conjunta los problemas migratorios”, indicó Ramos al medio ADN Radio. La delegación chilena también contará con la participación del subsecretario de Seguridad Pública, Rafael Collado, y el director nacional de Migraciones, Luis Thayer.
Riesgos y objetivos
Para Chile, el foco principal es anticipar complicaciones derivadas de la militarización peruana y conservar un flujo ordenado. Para Perú, el énfasis está en evitar el colapso de sus servicios de acogida y reforzar el control ante la llegada continua de migrantes irregulares, muchos provenientes de Venezuela, Ecuador y Colombia.
Ambos gobiernos reconocen que la coordinación es crucial para prevenir tensiones mayores durante diciembre y los primeros meses del año, cuando históricamente aumentan los desplazamientos.