Violento altercado entre líderes religiosos y sus esposas fue grabado en video y viralizado en redes. La pelea habría estallado por la desaparición del dinero de los fieles.
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Un bochornoso enfrentamiento físico entre pastores de una iglesia en Guatemala ha sacudido las redes sociales, luego de que circulara un video donde se observa a los líderes religiosos agredirse a golpes en medio de una disputa por el diezmo mensual de la congregación.
El escándalo ha desatado críticas hacia la gestión de fondos en grupos religiosos y cuestionamientos sobre la conducta de sus ministros.
El video que conmocionó a Guatemala
Las imágenes, difundidas inicialmente por el Diario El Triunfo, muestran al pastor Pablo Reyes y a su esposa, Bárbara Longo de Reyes, siendo agredidos por la pastora Alma de Reyes y miembros de la iglesia Misión Monte Sinaí.
La discusión, que comenzó de forma verbal, rápidamente escaló a empujones, golpes e incluso la intervención de las esposas de ambos líderes, que intentaron separarlos sin éxito.
Aunque no hay un comunicado oficial de la congregación, fuentes locales aseguran que el conflicto estalló por la pérdida del diezmo (aportes económicos de los feligreses), lo que habría generado acusaciones mutuas y una grave división interna.
¿Dinero sagrado o interés mundano?
El incidente ha reavivado el debate sobre la transparencia financiera en organizaciones religiosas. Mientras algunos usuarios en redes exigen una investigación formal sobre el manejo de los fondos, otros han reaccionado con memes y sarcasmo ante la incongruencia de ver a pastores peleando por dinero.
“¿Esto es una iglesia o un ring de boxeo?”, “Se olvidaron del ‘ama a tu prójimo’”, fueron algunos de los comentarios más virales.
Sin embargo, organizaciones cristianas han condenado el hecho, recordando que la violencia nunca debe ser la respuesta, menos entre quienes predican paz.
¿Habrá consecuencias?
Hasta ahora, se desconoce si alguno de los involucrados presentará una denuncia penal o si las autoridades eclesiásticas aplicarán sanciones.
Lo cierto es que el escándalo ha manchado la imagen de la congregación y dejado una pregunta en el aire:
¿Qué pasó realmente con el dinero de los fieles?
Mientras las versiones siguen enfrentadas, el video sigue circulando, dejando en evidencia una crisis de liderazgo que va más allá de los golpes.