Un violento episodio sacudió a una congregación religiosa luego de que un pastor perdiera el control y golpeara brutalmente con una silla en la cabeza a un feligrés que se negó a seguir pagando el diezmo.
El ataque, presenciado por decenas de personas, ha desatado indignación y debates sobre el abuso de poder y la violencia en nombre de la fe.
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El momento del ataque: “Lo golpeó como un animal”
Según testigos, el altercado comenzó cuando el señor cuestionó durante el servicio la obligatoriedad del diezmo, alegando dificultades económicas.
En lugar de responder con argumentos, el pastor estalló en furia, lanzando insultos y amenazas. Pero el escándalo llegó a su punto más crítico cuando, en un acto de ira incontrolable, agarró una silla y la estrelló contra la cabeza del hombre, dejándolo herido ante el horror de los presentes.
“Fue algo bestial, como si estuviera poseído. Nadie esperaba que un pastor reaccionara así”, relató una testigo.
Otros asistentes confirmaron que la víctima sangraba mientras el pastor seguía gritando, acusándolo de “robarle a Dios”.
¿Extorsión espiritual o fanatismo violento?
El video del ataque, filtrado en redes sociales, ha generado repudio masivo. Mientras algunos seguidores del pastor intentan justificar su ira como “celo por la casa de Dios”, abogados y defensores de derechos humanos señalan que se trata de un claro delito de agresión, independientemente del contexto religioso.
“Ninguna creencia puede avalar la violencia. Esto ya no es sobre el diezmo, sino sobre un líder que usa el miedo y la fuerza para imponer su voluntad”, denunció un activista.
Reacciones: ¿Habrá consecuencias legales?
La víctima, quien recibió atención médica, asegura que presentará una denuncia formal. Mientras, las autoridades locales han confirmado que investigarán el caso, aunque no han detenido al pastor.
En redes, la indignación crece:
- “¿Dónde quedó el ‘ama a tu prójimo’?”
- “Si esto no es abuso espiritual, ¿entonces qué es?”
- “Que lo metan en la cárcel, nadie está por encima de la ley”.
Hasta ahora, la iglesia no se ha pronunciado, pero el escándalo ya mancha su reputación.
Actualización: Según fuentes cercanas, el pastor habría “pedido disculpas en privado”, pero la víctima exige reparación pública y justicia.