Con más de 300 figuras bajo investigación y una ola de revelaciones por venir, la cooperación de Ovidio Guzmán con EE.UU. podría marcar el inicio del mayor proceso judicial contra la corrupción político-narcoempresarial en México.
Una Colaboración que Estremece a las Élites
Este jueves comenzó en Estados Unidos una audiencia judicial que podría redefinir la lucha contra el crimen organizado en México. Ovidio Guzmán López, alias El Ratón —hijo del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán— ha iniciado una colaboración con el Departamento de Justicia norteamericano.
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Lejos de ser solo una estrategia legal para reducir su condena, el acuerdo busca exponer las redes de complicidad entre el narcotráfico y figuras clave de la política, los negocios y hasta la esfera religiosa en México.
Según datos oficiales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y del Departamento de Estado, la investigación incluye el rastreo de flujos financieros vinculados al Cártel de Sinaloa, que salpican a al menos 300 personas relacionadas directa o indirectamente con el poder público y privado en el país.
FISEN y la Pista del Dinero
La investigación financiera que lidera el FISEN (siglas del Financial Intelligence and Security Enforcement Network, brazo colaborador del Tesoro) ha presentado ante el Senado de EE.UU. informes que documentan operaciones de lavado de dinero, triangulaciones en paraísos fiscales y uso de fundaciones religiosas y ONG para ocultar fondos ilícitos.
Entre las evidencias hay registros bancarios, transferencias internacionales y operaciones inmobiliarias con sede en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Se trata de un golpe directo no solo al narcotráfico, sino al andamiaje institucional que lo ha sostenido durante décadas. De confirmarse la participación de figuras políticas de alto rango, este caso se convertiría en un parteaguas en la historia de la corrupción en México.
¿Quiénes Están en la Mira?
Aunque las autoridades no han divulgado oficialmente los nombres de los implicados, fuentes del Congreso de EE.UU. y del Office of Foreign Assets Control (OFAC) señalan que entre los investigados hay exgobernadores, legisladores en funciones, líderes empresariales, un exfuncionario de Hacienda y directivos de instituciones religiosas con vínculos en Sinaloa, Sonora, Jalisco y la capital mexicana.
Además, se investiga la posible complicidad de autoridades de seguridad pública, incluyendo mandos de la Guardia Nacional y de la Fiscalía General de la República.
México en la Encrucijada: Silencio o Reforma
Este proceso judicial no solo representa una oportunidad para desarticular estructuras criminales. También pone a prueba la voluntad política de las autoridades mexicanas para enfrentar los pactos de impunidad.
¿Una Nueva Era o una Cortina de Humo?
El acuerdo con Ovidio Guzmán ha abierto una puerta inédita en la historia judicial de México. Pero la gran incógnita sigue en pie: ¿tendrá el Estado mexicano el valor de limpiar su propia casa, o encubrirá a los poderosos señalados?
La presión internacional, especialmente desde Washington, no cederá. Y lo que está en juego no es solo el destino de un narcotraficante, sino la credibilidad de todo un sistema político.
El silencio entre el narco y el poder ha empezado a resquebrajarse. Si las revelaciones de Ovidio Guzmán terminan en procesos judiciales firmes, México podría iniciar la etapa más compleja —y necesaria— de su historia reciente: la de romper sus vínculos más oscuros. Pero si la impunidad se impone, este juicio podría ser solo otro capítulo más en la larga novela de la corrupción institucionalizada.