Melcochita revela que cantó para un narco en Colombia: “No podías negarte, te ibas como mortadela”

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El legendario sonero peruano confesó en “El Valor de la Verdad” que ofreció un show privado a un poderoso narcotraficante colombiano en los años 80, sin saber inicialmente para quién trabajaba.

El humorista y sonero Pablo Villanueva, más conocido como Melcochita, dejó atónitos a los televidentes al revelar una de las experiencias más tensas de su carrera artística durante su participación en El Valor de la Verdad, la noche del 3 de agosto. En el programa conducido por Beto Ortiz, el artista de más de 80 años confesó que una vez fue contratado para realizar un espectáculo privado en Colombia para un capo del narcotráfico, sin saberlo al principio.

“Yo no sabía para quién era el show. Me dijeron que íbamos a Colombia, a un hotel bonito en Cali. Cuando subimos al noveno piso y vi todo lleno de lujo y cisnes de hielo, me di cuenta de que el tipo era bravo”, relató con la mezcla de humor y gravedad que lo caracteriza.

El capo del “guapachoso”

Según Melcochita, el encargo era para sorprender al hijo del narcotraficante, fanático del tema “Pegaso”, que el sonero grabó en 1981. “Me preguntó si cantaba bien… y yo no podía decir que no, porque si no, ahí mismo me comían”, dijo entre risas, aunque dejando entrever la tensión del momento.

Lo llevaron desde Perú luego de que un emisario lo ubicara en una cafetería. “Me ofrecieron ir, me pagaron bien, me regalaron una guitarra. Solo canté una canción y me subieron al avión de regreso”, contó. Por ese breve show recibió “tres lucrecias”, una expresión cómica para referirse a tres mil dólares.

Visita a la Hacienda Nápoles

El episodio no terminó ahí. El artista recordó su paso por la mítica Hacienda Nápoles, que él denominó “la hacienda Brenda”. Allí fue testigo de una opulencia desbordante: “Hasta los fierros eran de oro. Había un zoológico con leones. Ahí sí me dio miedo. Los ojos del señor daban miedo”.

Melcochita confesó que no era posible echarse atrás: “Una vez que entrabas, ya no podías decir que no. Si querías irte, te ibas como mortadela”. Su experiencia refleja una época de violencia, poder y control absoluto en que muchos artistas actuaban sin saber quién los contrataba.

“En la selva también me pasó”

El artista también relató otro episodio ocurrido en Tocache, durante los años de mayor auge del narcotráfico en Perú. Fue contratado por un empresario de un local nocturno y llevado con cinco chicas. “Ellas hacían la chica flash. Después les pidieron que se quedaran desnudas. Y cuando quisimos volver, no se podía. Teníamos que esperar a que ellos quisieran. Era como un secuestro”.

Aún más impactante fue lo que vio en la zona: “A veces uno veía cadáveres flotando en el río. En esas, lo mejor era no decir nada. Yo no sé nadar, así que esperaba nomás”.

La sombra del narcotráfico y los artistas

Beto Ortiz comentó durante el programa que no era raro que artistas fueran contratados por la mafia sin saberlo. “Vas, cantas, te pagan y después te enteras”, dijo. Melcochita admitió que incluso tuvo contacto con allegados a Pablo Escobar, aunque evitó mencionar nombres. “Lo importante era tocar, sobrevivir y no meterse en problemas”.

Una confesión entre risas, miedo y verdad

El testimonio de Melcochita deja entrever los riesgos que muchos artistas asumieron sin saberlo durante los años más peligrosos del narcotráfico en Latinoamérica. Lo que parecía solo una anécdota graciosa se convirtió en una lección de supervivencia en un entorno violento e impredecible.

A sus más de 80 años, Melcochita no solo sigue cantando y haciendo reír, sino también contando historias que reflejan los claroscuros de una carrera vivida con pasión, improvisación y, muchas veces, peligro.

(Con información de Infobae)