En un video viral, Pablo Abel Zárate, presunto operador del Cártel Jalisco Nueva Generación en Celaya, confiesa crímenes atroces antes de ser brutalmente asesinado. El caso expone la impunidad y la violencia que azota Guanajuato.
Confesión bajo amenaza: una verdad incómoda
El video es crudo, impactante y ya circula ampliamente en redes sociales. En él, un hombre con el rostro golpeado, atado y rodeado de encapuchados armados se identifica como Pablo Abel Zárate, alias “El Babas”.
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Frente a la cámara, con voz entrecortada, “El Babas” confiesa haber participado en secuestros, asesinatos y extorsiones ordenadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Celaya, Guanajuato.
Su declaración más estremecedora:
“Mataron gente inocente… mujeres, niños, familias que no tenían nada que ver.”
Minutos después, el video corta y aparece la escena de su ejecución. Fue silenciado tras delatar las atrocidades de su propia organización.
Celaya: epicentro de la guerra narco
La ciudad de Celaya, en el estado de Guanajuato, se ha convertido en uno de los principales escenarios de la violencia narco en México.
La disputa entre el CJNG y grupos rivales como Santa Rosa de Lima ha generado una escalada de violencia que incluye decapitaciones, ataques con explosivos, y ahora confesiones forzadas que terminan en ejecuciones.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Guanajuato es el estado con más homicidios dolosos en el país durante 2024, muchos de ellos ligados al crimen organizado.
- Datos oficiales: https://www.gob.mx/sesnsp
¿Quién era “El Babas”?
Pablo Abel Zárate, conocido en el bajo mundo como “El Babas”, fue identificado por autoridades locales como un presunto integrante operativo del CJNG en la zona del Bajío.
Se le relacionaba con múltiples eventos criminales, incluyendo ataques a establecimientos, levantones y cobro de piso.
Aunque no tenía antecedentes penales públicos, su aparición en este video apunta a una estructura más profunda y organizada de criminalidad que opera con impunidad en plena luz del día.
Crimen que confiesa y castiga
Analistas de seguridad consideran que este tipo de videos no solo son instrumentos de propaganda narco, sino también mecanismos de control interno.
“El mensaje es claro: si hablas, mueres”, señala Jorge Kawas, consultor en seguridad para América Latina.
Este tipo de confesiones grabadas, seguidas de ejecuciones, representa una grave violación a los derechos humanos y pone en evidencia la falta de control del Estado sobre regiones enteras.
Silencio institucional y riesgo mediático
Hasta el momento, ni la Fiscalía General del Estado de Guanajuato ni la Secretaría de Seguridad federal han emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso.
El silencio de las autoridades alimenta la percepción de impunidad y deja a los ciudadanos a merced del terror.
- Fiscalía Gto: https://fge.guanajuato.gob.mx
- Secretaría de Seguridad: https://www.gob.mx/sspc
Una verdad que duele y se silencia
La confesión de “El Babas” pone sobre la mesa una verdad dolorosa: los cárteles no solo ejercen violencia, sino que controlan narrativas, castigan la disidencia interna y siembran el terror con brutalidad. Mientras tanto, el Estado sigue sin recuperar el control de territorios como Celaya.
El asesinato de Pablo Abel Zárate no puede verse solo como un ajuste de cuentas interno: es un reflejo del colapso institucional en zonas dominadas por el crimen organizado.