La lucha indígena en la Amazonía vuelve a resonar en el mundo. Olivia Bisa Tirko, lideresa chapra de Loreto, fue anunciada como ganadora del Premio Global 2025 a la Justicia Ambiental y Climática, otorgado por Forum Eco-Social Transformations, con sede en Viena. El reconocimiento la distingue entre 22 candidaturas internacionales y la ubica como la representante de Latinoamérica en una edición marcada por la defensa de ecosistemas en riesgo.
El premio llega dos años después del derrame de crudo ocurrido en el Oleoducto Norperuano, un desastre que transformó la vida de la Nación Chapra. Desde 2022, Bisa preside el Gobierno Territorial Autónomo Chapra, enfrentando amenazas, hostigamientos y desplazamientos forzados por denunciar la contaminación petrolera y exigir remediación ambiental. Su voz ha sido esencial para visibilizar la crisis ecológica que golpea a Datem del Marañón, donde los ríos, suelos y fuentes de agua continúan afectados por más de cinco décadas de incidentes vinculados a la industria petrolera.
Una lideresa bajo riesgo permanente
Los reportes de organizaciones amazónicas advierten que Olivia enfrenta un escenario de alto riesgo: llamadas intimidatorias, seguimientos y presión de grupos vinculados a intereses extractivos. La Policía confirmó que las amenazas provienen de números de varias ciudades, lo que dificulta rastrear responsables. Pese a este panorama, ella continúa viajando a su territorio para ejercer su cargo, aunque cada visita requiere medidas adicionales de protección.
La comunidad también vive tensiones relacionadas con la expansión de proyectos petroleros como el Lote 64, operado por GeoPark y Petroperú. Este escenario ha incrementado los conflictos internos, las presiones externas y la vulnerabilidad de las familias que defienden su tierra.
Los riesgos alcanzan incluso a los dos hijos de la lideresa, quienes tuvieron que abandonar su comunidad para evitar nuevos episodios de violencia. A esta situación se suma la revictimización que sufrió durante su proceso de solicitud de medidas de protección, obligada a repetir varias veces los detalles de las amenazas.
Un reconocimiento que expone la crisis amazónica
El Premio Global 2025 destaca a personas que enfrentan grandes peligros en su defensa del clima y la biodiversidad. Junto a Bisa, fueron reconocidos Rose Abramoff (Estados Unidos), Olanrewaju Suraju (Nigeria), Lisa Privitera (Canadá) y Cynthia Houniuhi (Islas del Pacífico), todos activos en luchas contra corrupción, daños climáticos y violaciones ambientales.
El caso de Olivia vuelve a poner en debate la urgencia de atender las amenazas contra defensores amazónicos. Un informe de ProPurús y ORAU señala que, entre 2010 y 2024, al menos 226 defensores ambientales estuvieron en situación de alto riesgo por actividades ligadas a minería ilegal, narcotráfico y tala clandestina. Las cifras revelan la dimensión de la violencia en la Amazonía peruana.
Para el pueblo Chapra, el reconocimiento simboliza esperanza y presión internacional para que se aceleren las labores de remediación ambiental y protección de líderes indígenas. Para el país, recuerda la necesidad de fortalecer políticas públicas que garanticen seguridad y justicia en territorios históricamente olvidados.

