El alcalde de Lima defendió el proyecto ferroviario Lima–Chosica tras incidente con uno de los vagones donados por Caltrain y acusó al Ministerio de Transportes de bloquear la iniciativa por intereses políticos.
En medio de una creciente tensión institucional, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, calificó como irrelevante el reciente descarrilamiento de uno de los vagones en el Parque de la Muralla, donde se presentaron oficialmente los trenes Caltrain, donados por una empresa ferroviaria estadounidense. El incidente, que ocurrió antes del inicio de la ceremonia, fue tomado con humor por el burgomaestre, quien lo calificó como “un descarrilamiento que se encarriló solo”.
Mira: Trujillo: Escolar que pidió S/1000 para no matar a su compañero sigue detenido
En una entrevista con la periodista Milagros Leiva, el alcalde sostuvo que el material rodante permaneció estático sobre los rieles durante más de dos horas sin complicaciones. “¿De qué estamos hablando? Esto es puro interés de que no hagamos nada”, expresó, atribuyendo las críticas a lo que denominó “la izquierda caviar y terruca”, a quienes acusó de beneficiarse del sufrimiento popular.
¿Improvisación o proyecto estructurado?
López Aliaga defendió la legitimidad del proyecto Lima–Chosica, asegurando que la donación de los trenes Caltrain fue fruto de dos años de negociaciones, las cuales —según indicó— fueron financiadas con recursos personales. “Estoy demostrando que en la Municipalidad de Lima sí hay plata”, enfatizó.
Asimismo, criticó a sus antecesores Jorge Muñoz y Susana Villarán, cuestionando su legado en términos de obras de envergadura. “¿Qué dejaron?”, preguntó con ironía.
Conflicto con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones
El incidente ocurre en un contexto de conflicto abierto con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). La entidad, presidida por César Sandoval, calificó de “agresiva y ordinaria” la actitud del alcalde y advirtió que sus declaraciones podrían configurar delito de desinformación.
El MTC cuestionó duramente la viabilidad técnica del proyecto, alegando que los trenes donados tienen más de 40 años de antigüedad, no cuentan con paraderos, ni sistemas de seguridad adecuados, y que no existe un plan técnico aprobado para su funcionamiento.
A ello se suman los riesgos estructurales: ausencia de señalización, estudios de tránsito, planificación urbana y resguardo del material rodante, lo cual representa un obstáculo serio para la puesta en marcha del tren Lima–Chosica.
“Estoy en cura de silencio”
Consultado por las críticas del ministro Sandoval, López Aliaga evitó confrontar directamente, indicando que se encuentra en una “cura de silencio”. Sin embargo, dejó entrever su malestar: “Lo que ha hecho es insultarme y no voy a responderle nada”.
¿Hay tren o solo discurso?
Aunque el alcalde insiste en que la implementación del tren Lima–Chosica traerá solución al caótico transporte capitalino, el panorama técnico y político es más complejo. Sin autorizaciones, estudios aprobados ni infraestructura lista, el proyecto permanece en el discurso y el simbolismo político, con una presentación accidentada que ahora también se convierte en motivo de disputa.
(Con información de Infobae)