Justicia pospuesta: nuevo aplazamiento del caso en EE. UU.
El pasado 11 de junio de 2025, el juez Brian Cogan, de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, concedió un nuevo aplazamiento en el caso contra Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo”, considerado uno de los últimos grandes capos del narcotráfico mexicano.
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La audiencia originalmente programada para el 16 de junio ha sido reprogramada para el 25 de agosto de este año, a las 12:00 p.m., hora local.
Este cambio no es menor. Refleja la complejidad del proceso judicial que rodea al exlíder del Cártel de Sinaloa, así como las maniobras legales en juego para evitar un juicio que podría derivar en una condena severa.
Negociaciones bajo la sombra de la pena de muerte
La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, mediante una carta firmada por el fiscal Joseph Nocella Jr., justificó el aplazamiento argumentando la necesidad de revisar materiales clasificados y explorar una posible resolución sin ir a juicio.
La intención del gobierno estadounidense es evitar, si es posible, el costoso y mediático proceso judicial mediante un acuerdo de culpabilidad.
El caso está vinculado a procedimientos bajo la Ley de Procedimientos de Información Clasificada (CIPA), lo que indica la existencia de pruebas sensibles, probablemente relacionadas con inteligencia o cooperación internacional, que requieren revisión especial.
La aplicación de esta ley, sumada al pendiente proceso de pena capital, hace evidente que el destino de Zambada García va más allá de una simple acusación por narcotráfico: podría convertirse en un juicio histórico si se decide continuar.
El ocaso del poder sinaloense
Zambada García, conocido por mantener un perfil bajo frente al escándalo mediático de sus socios —como Joaquín “El Chapo” Guzmán—, enfrenta ahora el desgaste de una larga carrera criminal que lo ha mantenido en la cima del narcotráfico durante décadas.
Sin embargo, los retrasos judiciales reflejan no sólo su avanzada edad y deterioro físico, sino una batalla legal complicada en la que se barajan secretos de Estado.
Desde abril de este año, se conoció que las partes involucradas estaban negociando un acuerdo de culpabilidad, según confirmó el fiscal especial John Durham en una carta previa.
¿Justicia estratégica o justicia tardía?
Aunque la defensa de “El Mayo” y la Fiscalía argumentan problemas de programación, conflictos logísticos y la revisión de pruebas delicadas, hay quienes consideran que este caso se ha convertido en una táctica dilatoria para evitar una resolución firme.
La postergación, además, excluye del conteo los plazos legales estipulados por la Ley de Juicio Rápido (Speedy Trial Act), lo que permite seguir prolongando el proceso en nombre de la justicia.
Este nuevo aplazamiento mantiene en vilo a los observadores del crimen organizado en América Latina. Mientras otros líderes del narcotráfico ya enfrentan penas en EE. UU., el caso de Zambada es una incógnita con implicaciones diplomáticas, judiciales y mediáticas.
Conclusión: ¿Un cierre negociado para una era criminal?
La agonía legal de Ismael “El Mayo” Zambada no solo representa el cierre de un capítulo clave en la historia del narcotráfico mexicano, sino también un complejo juego legal donde se cruzan intereses estatales, secretos clasificados y la justicia internacional.
La próxima audiencia del 25 de agosto podría ser decisiva. Pero, mientras tanto, el último gran capo permanece en silencio, entre negociaciones y secretos de Estado.
Enlaces útiles:
- U.S. Courts – Eastern District of New York
- U.S. Department of Justice – Criminal Division
- Ley de Juicio Rápido – 18 U.S. Code § 3161