Un nuevo caso de justicia popular ha estremecido al Perú, luego de que un presunto delincuente fuera linchado por una turba de vecinos indignados por los constantes robos en su barrio.
El hecho, grabado y viralizado bajo los hashtags #Viral y #JusticiaSocial, reaviva el debate sobre la desesperación ciudadana frente a la delincuencia y la percepción de impunidad en el país.
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El hecho: La furia ciudadana estalla
Según testigos, el sujeto, acusado de ser un reincidente en robos y asaltos en la zona, fue capturado por residentes tras intentar hurtar a un comerciante.
En lugar de esperar a la policía, la multitud lo golpeó severamente, dejándolo inconsciente antes de que las autoridades pudieran intervenir.
Videos difundidos en redes sociales muestran a decenas de personas gritando “¡Que pague!” mientras el hombre yace en el suelo.
Cifras que alarman: Los linchamientos en Perú van en aumento
Este caso no es aislado. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y reportes de Defensoría del Pueblo, Perú registra un preocupante incremento en casos de justicia por mano propia:
- Entre 2018 y 2023, los linchamientos aumentaron en un 72%, con más de 320 casos reportados en todo el país. (Fuente: Defensoría del Pueblo, 2023).
- Lima y Huancayo son las ciudades con más incidentes, seguidas por Cusco y Arequipa, donde la población denuncia abandono policial.
- El 65% de peruanos justifica la justicia popular cuando el Estado no actúa, según una encuesta de Ipsos Perú (2023).
- Solo el 12% de denuncias por robo terminan en condena, según el Ministerio Público, lo que alimenta la frustración social.
¿Defensa legítima o violencia fuera de control?
Mientras algunos ciudadanos defienden estos actos como una “respuesta necesaria” ante la inacción estatal, organizaciones como Amnistía Internacional Perú advierten que los linchamientos violan derechos humanos y generan ciclos de violencia.
“Ninguna sociedad puede permitir que la vida de una persona sea decidida por una turba”, declaró un representante.
La Policía Nacional del Perú condenó el hecho pero reconoció el hartazgo ciudadano: “Entendemos la rabia, pero la ley debe aplicarse sin violencia”, dijo un vocero.
Mientras, algunos líderes locales exigen mayor patrullaje y justicia expedita para evitar que estos casos se repitan.
Reflexión final: ¿Solución o peligro?
El video del linchamiento sigue circulando, con comentarios divididos entre quienes lo ven como “un escarmiento necesario” y quienes lo consideran “un retroceso a la barbarie”. Mientras la inseguridad siga en aumento y la impunidad persista, la justicia popular podría convertirse en una peligrosa norma.
La pregunta queda en el aire: ¿Está el Perú al borde de una crisis de vigilantismo, o es esta la única forma en que los ciudadanos sienten que se hace justicia?