Una alianza inesperada entre líderes del Cártel de Sinaloa y autoridades estadounidenses marca un nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico.
Ovidio y Joaquín Guzmán López, conocidos por su rol al frente de la facción criminal “Los Chapitos”, perteneciente al Cártel de Sinaloa, estarían colaborando con el gobierno de los Estados Unidos, según reveló recientemente el boletín de inteligencia SITREP.
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Ambos se encuentran bajo custodia en territorio estadounidense desde 2023 y han iniciado negociaciones que podrían redefinir el mapa criminal en México y sus relaciones con las autoridades norteamericanas.
El acuerdo
De acuerdo con los reportes, los hermanos Guzmán López habrían aceptado entregar información estratégica sobre rivales del cártel, así como detalles clave de la cadena de suministro de fentanilo, a cambio de la entrada legal de 17 de sus familiares a EE. UU. y beneficios penitenciarios.
Además, se habrían comprometido a entregar activos valuados en más de 14 mil millones de dólares, lo que representaría una de las incautaciones económicas más grandes en la historia del combate al crimen organizado transnacional.
Los activos incluirían bienes raíces, cuentas bancarias y empresas pantalla utilizadas para lavar dinero.
¿Qué información están entregando?
Según fuentes federales citadas por SITREP, los Guzmán López estarían proporcionando datos sobre:
- Operadores clave de facciones rivales dentro del propio Cártel de Sinaloa, como “Los Rusos” y “Los Mayos”.
- Rutas de tráfico de fentanilo entre México, Estados Unidos y Asia.
- Nombres de colaboradores locales y funcionarios cooptados.
- Ubicaciones de laboratorios clandestinos en Sinaloa, Durango y Chihuahua.
Impacto en el Cártel de Sinaloa
La cooperación de estos dos cabecillas podría representar una fractura significativa dentro del Cártel de Sinaloa. “Los Chapitos” eran considerados una de las alas más poderosas y violentas del grupo, responsables de impulsar la producción y tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
El acceso a información privilegiada por parte de agencias como la DEA y el FBI podría acelerar detenciones y desmantelamientos operativos en México y Centroamérica.
Asimismo, existe temor entre integrantes del cártel sobre posibles represalias internas, especialmente si se confirma que los hermanos han ofrecido datos sobre aliados históricos o figuras aún activas dentro del entramado criminal.
El contexto de su captura
Ovidio Guzmán fue capturado en enero de 2023 en Culiacán, Sinaloa, durante un operativo que dejó al menos 29 muertos.
Su extradición se concretó en septiembre del mismo año, siendo ingresado a una prisión de máxima seguridad en EE. UU.
Su hermano Joaquín fue entregado a las autoridades poco después, en medio de un proceso menos mediático pero igual de significativo.
Ambos enfrentan cargos por tráfico de drogas, lavado de dinero, posesión de armas y participación en crimen organizado, y podrían enfrentar sentencias superiores a los 30 años si no logran beneficios judiciales.
Reacciones y futuro
La posible colaboración de los Guzmán López ha generado reacciones divididas en la opinión pública.
Algunos expertos señalan que podría tratarse de una jugada estratégica de EE. UU. para debilitar la infraestructura del narcotráfico desde dentro, mientras que otros advierten que esto no garantiza un cambio estructural en el negocio ilícito, que ha demostrado adaptarse con rapidez.
Además, organizaciones civiles han expresado preocupación por los términos migratorios del acuerdo, al considerar que beneficia a familiares de criminales mientras miles de migrantes sin vínculos delictivos siguen siendo deportados o retenidos.
Fuentes oficiales y seguimiento
- Departamento de Justicia de EE. UU.
- Drug Enforcement Administration (DEA)
- Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México
- SITREP Intelligence Bulletin
Este caso aún está en desarrollo y podría tener implicaciones de largo alcance para la seguridad binacional, la política antidrogas y la estabilidad de los cárteles en México.