Con la noticia del fallecimiento del Papa Francisco este lunes 21 de abril a los 88 años, el mundo del fútbol peruano recordó los emotivos encuentros que varios seleccionados nacionales tuvieron con el Sumo Pontífice, quien siempre mostró su cercanía con el deporte y, en especial, con los jugadores sudamericanos.
Juan Manuel Vargas: El primero en estrechar su mano
En 2014, Juan Manuel Vargas, entonces jugador de la Fiorentina, tuvo el honor de ser el primer futbolista peruano en conocer al Papa Francisco. Durante una visita del equipo italiano al Vaticano, el “Loco” no ocultó su emoción al entregarle una camiseta y recibir su bendición.
Años después, en plena pandemia (2020), Vargas revivió ese momento en sus redes sociales: “Este es un recuerdo que guardo con mucho cariño y orgullo. En esta Semana Santa, les digo que todo lo que hagamos debe ser con empatía y sin egoísmo”, escribió el exlateral, destacando el mensaje de humildad del Pontífice.
Claudio Pizarro: Una experiencia “indescriptible”
Ese mismo año, Claudio Pizarro, leyenda del fútbol peruano y entonces jugador del Bayern Múnich, también conoció al Papa tras un partido de Champions League. El “Bombardero” compartió en sus redes: “Hoy viví una de las experiencias más emotivas de mi vida. Darle la mano al Santo Padre es indescriptible”. La imagen del delantero, sonriente junto a Francisco, se volvió viral entre los aficionados.
Gianluca Lapadula: La camiseta del Bicentenario
En diciembre de 2021, Gianluca Lapadula, entonces en el Benevento de Italia, aprovechó un paseo familiar por el Vaticano para entregarle al Papa una camiseta de la selección peruana autografiada, en el marco del Bicentenario del Perú. El “Bambino” publicó: “¡Tuve el inmenso placer de darle personalmente la camiseta de nuestra selección! Gracias, Santo Padre”. La foto de Lapadula, conmovido y sonriente junto a Francisco, conmovió a la afición.
El Papa Francisco y su amor por el fútbol
El Pontífice nunca ocultó su pasión por el deporte: era hincha confeso de San Lorenzo de Almagro y de la selección argentina. Por eso, recibió con alegría las visitas de clubes y jugadores, atesorando camisetas de equipos de todo el mundo. Su humildad y calidez quedaron grabadas en estos encuentros, que hoy, tras su partida, se recuerdan con nostalgia.