Frente de Poder: Xi Xi, Putin y Kim exigen un nuevo orden mundial desde el corazón de Beijing

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Alianza autoritaria en desfile histórico

El 3 de septiembre de 2025, Beijing fue escenario de un desfile militar sin precedentes para conmemorar el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

En la emblemática Plaza de Tiananmen, Xi Jinping presidió la parada junto a Vladimir Putin y Kim Jong Un, en lo que fue la primera aparición pública conjunta de estos tres líderes.

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Armamento vanguardista y mensaje estratégico

La exhibición incluyó la presentación de nuevas capacidades militares: China desplegó su tríada nuclear completa por primera vez en público —en tierra, agua y aire—, junto con misiles intercontinentales de largo alcance, drones submarinos, armas hipersónicas y hasta “lobos robóticos”.

Además, Xi reveló una unidad especializada en ciberseguridad, lo que refuerza el mensaje de convertir a China en una potencia militar de clase mundial.

Un “nuevo orden mundial”: multilateralismo bajo control chino

Durante el desfile, Xi presentó una “iniciativa de gobernanza global” basada en la igualdad soberana, el multilateralismo y el respeto al derecho internacional.

Aunque la retórica de paz es más versátil que la de sus adversarios, analistas cuestionan la coherencia entre su discurso y los estrechos vínculos con Kim y Putin, además de su política económica proteccionista.

Simone McCarthy en CNN: Una diplomacia simbólica con consecuencias

Según Simone McCarthy desde el centro del evento, la elección de Xi al permitir que Putin y Kim compartieran su plataforma simboliza que China podría ser la única potencia capaz de ejercer presión real sobre Rusia para terminar la guerra en Ucrania.

Esta sutileza envía un mensaje contundente: surgió una nueva maquinaria diplomática, con Beijing al timón.

Alerta: ¿paz genuina o desafío colectivo al Occidente?

El desfile fue también interpretado como un desafío simbólico al predominio occidental. China, Rusia y Corea del Norte se posicionaron como un bloque que busca reescribir las reglas globales.

Como puntualiza el análisis del Financial Times, existe el riesgo de que este nuevo multipolarismo se convierta en una hegemonía alternativa, con tendencias autocráticas más que democráticas.


El desfile militar del 3 de septiembre no fue solo una conmemoración histórica, sino un despliegue estratégico: armado, simbólico e ideológico.

Bajo el lema de un nuevo orden mundial, Xi no solo reafirmó el poderío chino, sino que marcó su papel como mediador regional frente al Occidente, en una jugada que altera el tablero geopolítico global.