Esperanza en medio de la tragedia: Médico opera gratuitamente a menor herido en el colapso del Real Plaza Trujillo

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En medio del dolor y la consternación que dejó el colapso del techo del centro comercial Real Plaza Trujillo, ocurrido el pasado 21 de febrero, un acto de solidaridad ha devuelto la esperanza a una familia afectada.


Un adolescente de 15 años, quien sufrió una grave fractura de tibia y una lesión en el tendón rotuliano, recibió una operación gratuita que le permitirá volver a caminar en pocos meses.

El médico Luis Pérez Fernández y su equipo decidieron intervenir quirúrgicamente al menor sin costo alguno, a pesar de que algunos familiares del joven dudaban en proceder debido a sus limitaciones económicas. Para el especialista, la operación no podía esperar, ya que la gravedad de la lesión ponía en riesgo la movilidad del paciente.

“La fractura era grave, desde el tendón hasta la rodilla, por lo que el tratamiento no podía esperar. Gracias a Dios, la operación fue exitosa y con los cuidados y la rehabilitación correspondiente, volverá a caminar en tres meses y podrá jugar fútbol y vóley en seis meses”, declaró el médico a Exitosa, llevando tranquilidad a la familia del adolescente.

El joven, originario de Iquitos, había viajado a Trujillo para visitar a su hermano. Sin embargo, lo que debía ser una reunión familiar terminó en pesadilla cuando el techo del centro comercial colapsó, dejando a varias personas atrapadas bajo los escombros. Afortunadamente, el adolescente logró sobrevivir, aunque con heridas graves que comprometieron su capacidad de caminar.

Este gesto de humanidad en medio de la tragedia refleja la importancia de la solidaridad y el compromiso de los profesionales de la salud con quienes más lo necesitan. La familia del menor, profundamente agradecida, ahora enfrenta un nuevo desafío: su recuperación. Sin embargo, con el éxito de la cirugía y los cuidados adecuados, el joven tiene una nueva oportunidad de seguir adelante y retomar sus sueños.

Un héroe sin capa hizo posible lo que parecía imposible. En medio del dolor, aún hay razones para creer en la humanidad.

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