El Vaticano y la cirugía de afirmación de género: un enfoque más matizado pero cauteloso

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El Vaticano ha matizado recientemente su postura sobre la cirugía de afirmación de género, subrayando la necesidad de un «mayor cuidado» y un enfoque caso por caso.


En un giro que podría abrir la puerta a «situaciones excepcionales», la iglesia ha reconocido la existencia de circunstancias que justifican una evaluación más profunda y compasiva.

Un cambio en el discurso eclesiástico

El jefe de doctrina del Vaticano, el cardenal Víctor Manuel Fernández, presentó estos nuevos comentarios en una conferencia de teología en Colonia, Alemania.

La Basílica de San Pedro en el Vaticano se ve al anochecer en Roma, Italia, el 28 de febrero. 
Kirsty Wigglesworth/AP

En su intervención, reconoció que existen casos de disforia de género tan intensos que pueden llevar a los individuos a una existencia insostenible, incluso con riesgo de suicidio.

«Estas situaciones excepcionales deben ser evaluadas con gran cuidado», dijo el cardenal, marcando una diferencia respecto a posturas anteriores.

La Iglesia sigue siendo crítica pero más abierta

Este enfoque parece suavizar la crítica rotunda lanzada el año pasado contra la «teoría de género». En abril de 2024, el Vaticano había emitido un contundente rechazo a la cirugía de afirmación de género, argumentando que tales intervenciones ponían en peligro la «dignidad única» de la persona.

En esa ocasión, el documento, firmado por el papa Francisco, señalaba que oscurecer la diferencia sexual entre hombres y mujeres debería ser rechazado.

Sin embargo, a pesar de este ajuste, el Vaticano mantiene su oposición a la idea de que la identidad corporal pueda ser modificada radicalmente según los deseos individuales.

Esta postura subraya una tensión entre la empatía por el sufrimiento humano y el respeto por los principios tradicionales de la Iglesia.

La Iglesia ante la disforia de género: una reflexión teológica

A pesar de reconocer el sufrimiento asociado con la disforia de género, el Vaticano sostiene que cualquier cambio de sexo debería ser tratado con cautela y dentro de un marco ético robusto.

«No queremos ser crueles y decir que no entendemos el profundo sufrimiento», aclaró Fernández, lo que sugiere un reconocimiento de la complejidad de la condición humana.

La postura del papa Francisco: un equilibrio entre apertura y doctrina

Este matiz en la postura vaticana no es completamente nuevo. El papa Francisco ha mostrado en el pasado una actitud de apertura hacia la comunidad trans.

Durante sus audiencias generales, ha recibido a mujeres trans y ha respaldado la decisión de permitir que personas trans sean padrinos en ceremonias católicas.

No obstante, su enfoque sigue siendo cuidadoso, priorizando la dignidad humana y evitando intervenciones radicales.

Un momento crítico para la Iglesia y el papa Francisco

Estos cambios en la postura vaticana coinciden con la delicada situación de salud del papa Francisco, quien, a los 88 años, lucha contra una neumonía doble en el hospital Gemelli de Roma.

A pesar de su condición, sigue tomando decisiones eclesiásticas, como convocar reuniones con cardenales para tratar temas de santidad.

Conclusión: el Vaticano busca un equilibrio entre compasión y doctrina

El Vaticano ha dado un paso hacia una postura más matizada en relación con la cirugía de afirmación de género, reconociendo las complejidades de la disforia de género, pero reafirmando su postura crítica hacia la intervención radical en la identidad corporal.

Este enfoque caso por caso podría ser un intento de equilibrar las preocupaciones doctrinales de la Iglesia con una comprensión más profunda del sufrimiento humano.