El Perris: Solo, en el Semefo y en el olvido. Así terminan los capos

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El cuerpo que nadie reclama

A casi una semana de su muerte, el cuerpo de Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias El Perris o El 27, sigue sin ser reclamado por ningún familiar o amigo en el Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa.

A pesar de su fama como uno de los últimos líderes visibles de Los Ninis, brazo armado de Los Chapitos, su final ha sido solitario y silencioso.

“Nosotros solo lo tenemos en resguardo. No hay participación de la fiscalía estatal en la investigación federal”, declaró Claudia Zulema Sánchez, titular de la FGE de Sinaloa, en una reciente rueda de prensa.

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El Perris y sus vínculos

La carpeta de investigación e identificación legal están bajo responsabilidad exclusiva de la Fiscalía General de la República (FGR), que mantiene el caso a nivel federal debido a la magnitud criminal y la relevancia del personaje caído.


La caída de un operador clave

Figueroa Benítez fue abatido el pasado 23 de mayo de 2025 en un operativo especial del Ejército Mexicano en la comunidad de Bariometo, Navolato.

Conocido por su participación directa en el “Culiacanazo” de 2019 y su presunta implicación en el secuestro de El Mayo Zambada en 2024, El Perris se consolidó como jefe operativo tras la captura de El Nini, ocupando un papel esencial en la logística del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.

“El sujeto fue abatido en legítima defensa, tras atacar a personal militar durante un operativo de captura”, informó Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), a través de su cuenta oficial en X.


El final de los jefes visibles

Especialistas en seguridad como Óscar Balderas y José Luis Montenegro han señalado que la muerte de El Perris forma parte de una secuencia de golpes quirúrgicos a la estructura de Los Chapitos, cuyo poder se ha visto erosionado tras la caída de operadores clave como El Nini y Delta 10.

Estas bajas estratégicas debilitan aún más las alianzas internas del Cártel de Sinaloa, en plena guerra con la facción de La Mayiza.

Lo más simbólico es que el cuerpo de un hombre que operó desde la sombra y comandó a cientos de sicarios, yace hoy sin nombre, sin flores y sin rezos. El crimen organizado ofrece poder y dinero… pero no consuelo ni memoria.


¿Quién fue Jorge Humberto “El Perris”?

Nacido el 2 de septiembre de 1989 en Culiacán, Sinaloa, Figueroa Benítez fue un emergente capo que supo escalar tras el reacomodo interno del Cártel de Sinaloa. Se le atribuyen múltiples operativos violentos, así como el diseño de rutas para la exportación de precursores químicos. La FGR lo investigaba por delincuencia organizada, tráfico de drogas y armas, y múltiples homicidios.


Hoy, el cadáver de El Perris espera en frío, ignorado por todos. Ninguna madre ha llorado públicamente su pérdida. Ningún “compadre” ha acudido. Ninguna corona.

Nada. Así, el último viaje de los capos no es en caravana de lujo, sino entre pasillos forenses, bajo una sábana blanca, custodiado no por escoltas, sino por el silencio de la ley.


Fuentes oficiales: