El fin de Jihadi John: cómo la inteligencia británica abatió al verdugo más temido de ISIS

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Una operación quirúrgica que marcó un antes y un después

Mohammed Emwazi, conocido mundialmente como Jihadi John, fue durante años la cara visible de la brutalidad del Estado Islámico (ISIS).

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Sus crímenes estremecieron al mundo entero, especialmente tras la difusión del video en el que decapitaba al periodista estadounidense James Foley en 2014. Hoy, nueva información de inteligencia británica detalla cómo terminó la vida del terrorista en noviembre de 2015, durante un ataque aéreo en Raqqa, Siria.

El operativo, resultado de seis semanas de seguimiento realizado por el MI6 y el GCHQ, se ejecutó con drones británicos y estadounidenses coordinados desde Qatar.

Según medios británicos como el Daily Mail, Emwazi fue alcanzado por un misil Hellfire cuando salía de un local de kebabs. El detalle, aparentemente trivial, ha captado la atención pública porque humaniza a quien fuera responsable de decenas de ejecuciones.


Infancia, estudios y el camino hacia la radicalización

Nacido en Kuwait en 1988, Emwazi llegó al Reino Unido a los seis años. Creció en el oeste de Londres y cursó estudios en la Universidad de Westminster, donde se graduó en informática y gestión empresarial.

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Mohammed Emwazi, conocido como Jihadi John, fue eliminado tras seis semanas de vigilancia y un ataque con dron en Raqqa (foto: Captura de pantalla/Islamic State Video)

Su entorno lo describía como un joven tímido y aplicado, pero tras sus viajes a Tanzania y posteriores encuentros con el MI5, comenzó a mostrar un marcado resentimiento hacia Occidente.

La radicalización se consolidó cuando se unió a círculos extremistas y posteriormente viajó a Siria. Allí integró el grupo conocido como The Beatles por su acento británico, responsable de la ejecución de al menos 29 rehenes occidentales.


El verdugo de “The Beatles” y la propaganda del terror

El grupo liderado por Emwazi se hizo tristemente célebre por las ejecuciones de periodistas y cooperantes, entre ellos Steven Sotloff, David Haines, Peter Kassig y Kayla Mueller.

Las grabaciones, difundidas por la maquinaria propagandística de ISIS, buscaban sembrar miedo global y mostrar el poder del autoproclamado califato.

La identificación de Jihadi John fue posible gracias al trabajo del GCHQ y al análisis de su acento británico, además de sofisticadas técnicas de inteligencia digital.


Una operación de precisión y el dilema de la seguridad internacional

El ataque que acabó con Emwazi fue planeado con precisión quirúrgica. Los operadores esperaron a que un niño que lo acompañaba se alejara para evitar víctimas civiles. “Fue evaporado, kebab en mano”, declaró un alto oficial al Daily Mail.

No obstante, la eliminación de líderes terroristas plantea debates éticos y estratégicos: ¿hasta qué punto estos ataques previenen nuevas amenazas?, ¿qué pasa con los cómplices capturados que solicitan cumplir condena en cárceles británicas en lugar de estadounidenses?


Indignación de las familias y el debate sobre los cómplices

La condena de sus cómplices, como El Shafee Elsheikh y Alexanda Kotey, ha sido un paso en la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, las recientes solicitudes de traslado a cárceles del Reino Unido han generado indignación entre las familias de las víctimas.

Bethany Haines, hija del cooperante David Haines, consideró que cualquier beneficio penitenciario para estos criminales sería “una afrenta a la memoria de los rehenes asesinados”.

Este debate continúa abierto y enfrenta a autoridades de Estados Unidos y Reino Unido en torno al cumplimiento de compromisos internacionales sobre repatriación y justicia.


Un legado de terror y un símbolo abatido

La muerte de Emwazi no borró el horror de sus crímenes, pero sí envió un mensaje contundente sobre la capacidad de la comunidad internacional para perseguir y eliminar a figuras clave del terrorismo global.

A casi una década de su eliminación, el recuerdo de Jihadi John sigue siendo un símbolo del extremismo y un recordatorio de la importancia de la cooperación internacional contra el terrorismo.