Investigación en marcha: pistas, objetos y un sospechoso sin identificar
Las autoridades federales confirmaron este jueves que el arma homicida utilizada en el asesinato de Charlie Kirk fue recuperada en una zona boscosa cercana a la Universidad del Valle de Utah, escenario del crimen.
Según Robert Bohls, agente especial del FBI en Salt Lake City, se trata de un “rifle de alto poder, de cerrojo” abandonado por el atacante tras la huida.
El sospechoso, descrito como un hombre que “parece ser de edad universitaria”, permanece prófugo. Los investigadores recolectaron además huellas de calzado, impresiones de palma y antebrazo que serán sometidas a peritaje forense.
El FBI ha recibido más de 130 pistas de la ciudadanía, todas en proceso de verificación.
Videos clave y reconstrucción del ataque
El comisionado del Departamento de Seguridad Pública de Utah, Beau Mason, informó que se cuenta con “buen material de video” del sospechoso.
Por ahora no será divulgado al público, pues se está aplicando tecnología de identificación. Mason detalló que el atacante llegó al campus a las 11:52 a.m., subió a un techo, cruzó un edificio, saltó y huyó hacia un vecindario cercano, donde finalmente se internó en un área arbolada.
Un asesinato con implicancias políticas
Charlie Kirk, de 31 años, fundador de Turning Point USA, recibió un disparo mortal en el cuello mientras se dirigía a una multitud en un acto universitario.
Su figura era ampliamente influyente en la política conservadora estadounidense, con un fuerte discurso en defensa del cristianismo, el control migratorio y el derecho a portar armas.
El presidente Donald Trump calificó el asesinato como “un momento oscuro para Estados Unidos” y sugirió que ciertos sectores políticos habían contribuido a la demonización de Kirk.
Por su parte, el gobernador republicano de Utah, Spencer Cox, definió el crimen como “un asesinato político” y recordó que en su estado aún se aplica la pena de muerte.
Riesgo de escalada en la violencia política
La muerte de Kirk reaviva el debate sobre la violencia política y la crisis de seguridad interna en Estados Unidos. Según datos de CDC, más de 45.000 personas mueren cada año en el país por incidentes relacionados con armas de fuego.
Este caso se suma a una serie de episodios alarmantes, desde el intento de secuestro de la gobernadora Gretchen Whitmer en 2020 hasta el ataque contra la entonces presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, en 2022.
Reacción pública y llamado a la prudencia
Durante las primeras horas de la investigación, varias personas de interés fueron interrogadas, aunque posteriormente fueron descartadas como sospechosas.
Mason hizo un llamado a la ciudadanía para no hostigar a estas personas, quienes ya han recibido amenazas tras ser vinculadas al caso.
Mientras tanto, el vicepresidente JD Vance suspendió un viaje previsto a Nueva York para acudir a Utah y reunirse con la familia del activista asesinado.
Un país al límite
El asesinato de Charlie Kirk marca un nuevo capítulo en la preocupante ola de violencia política en Estados Unidos.
La recuperación del arma y los videos del sospechoso ofrecen avances en la investigación, pero el hecho de que el atacante aún esté libre incrementa la tensión nacional.
Cada nuevo episodio de este tipo refuerza la sensación de que la democracia estadounidense enfrenta no solo divisiones ideológicas, sino también un creciente riesgo de que la confrontación política derive en violencia letal.