Ejecución por fusilamiento revive polémica en EE.UU.

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Carolina del Sur ejecutó a Brad Sigmon, de 67 años, mediante un pelotón de fusilamiento, marcando la primera ejecución por fusilamiento en EE.UU. desde 2010.


Un método controvertido

Sigmon eligió el fusilamiento ante dudas sobre la eficacia de la silla eléctrica y la inyección letal. Tres voluntarios dispararon balas especiales para maximizar el daño.

 El crimen que lo condenó

En 2001, Sigmon asesinó a los padres de su exnovia con un bate de béisbol. Confesó haber planeado atacarla, pero ella logró escapar.

Últimas palabras y críticas

Antes de morir, Sigmon citó la Biblia y denunció la pena de muerte. Organizaciones como la ACLU cuestionan la falta de transparencia en las ejecuciones.

Detalles de la ejecución por fusilamiento

Atado a una silla, Sigmon recibió disparos desde 4,6 metros. Las balas, diseñadas para romperse, generan debate sobre el dolor causado.

Leyes y secretismo

Carolina del Sur protege la identidad de los verdugos y oculta detalles sobre fármacos usados en ejecuciones, lo que ha generado críticas.

Reacciones y futuro

Familiares de las víctimas presenciaron la ejecución. Mientras, la ACLU lucha contra leyes que restringen información sobre métodos de ejecución.

La ejecución por fusilamiento de Sigmon reaviva el debate sobre la transparencia y la humanidad de los métodos de pena capital en EE.UU.

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