Día Internacional de la Tartamudez: todas las voces valen

De niño y maestra en terapia del habla,listos para aprender y mejorar habilidades de comunicación.

Cada 22 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Tartamudez, una fecha que busca sensibilizar a la sociedad sobre una condición del habla que afecta a millones de personas en el mundo y promover el respeto, la inclusión y la empatía hacia quienes la viven.

La tartamudez, también llamada disfemia, se caracteriza por interrupciones involuntarias en el ritmo del habla, repeticiones o bloqueos de sonidos. Suele manifestarse entre los 2 y 5 años de edad, y aunque su causa no está completamente definida, los especialistas señalan factores neurológicos, genéticos y emocionales como influyentes.

Instaurado en 1998 por asociaciones internacionales, este día busca romper los prejuicios que por siglos acompañaron a la disfluencia verbal y recordar que hablar distinto no significa hablar mal. Se estima que un 1 % de los adultos y hasta un 5 % de los niños en el mundo experimentan algún grado de tartamudez.

Escuchar sin prejuicios

La jornada invita a entender la comunicación como un acto humano diverso. Hablar con disfluencia no es un defecto, sino una forma distinta de expresarse. Por eso, las campañas internacionales promueven actitudes simples pero poderosas: no interrumpir, no completar frases, mantener contacto visual y escuchar con paciencia.

Detrás de cada persona que tartamudea hay una historia de resiliencia y superación. Muchas han enfrentado burlas o impaciencia desde la niñez, lo que genera ansiedad o aislamiento. Por ello, los especialistas recomiendan intervención temprana, terapia del habla y apoyo psicológico para fortalecer la confianza y la seguridad comunicativa.

Mitos y realidades

Durante mucho tiempo se pensó erróneamente que la tartamudez se debía a timidez o falta de inteligencia. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que no existe relación entre disfluencia e intelecto. Grandes figuras del arte, la ciencia y la política han vivido con tartamudez y demostrado que el talento no depende del ritmo de las palabras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce este trastorno dentro de las afecciones de la comunicación, pero advierte que el mayor obstáculo es social, no médico. Las burlas y la falta de paciencia pueden causar más daño que el propio trastorno.

Una voz que merece ser escuchada

El Día Internacional de la Tartamudez nos recuerda que todas las voces importan. La fluidez no define el valor de una palabra ni la calidad del pensamiento. En un mundo acelerado, escuchar sin apuro es un gesto de empatía que puede transformar realidades.

Cada palabra, sin importar su ritmo, tiene el poder de conectar, enseñar y emocionar. Esta fecha nos invita a hablar y escuchar con respeto, entendiendo que la diversidad del lenguaje también es una forma de belleza.