Andrés Julián Meza, agente activo de la Policía Nacional, acabó con la vida de Yesica Paola Chávez (26) en una peluquería de Ciudad Bolívar antes de quitarse la vida. El uniformado tenía antecedentes por violencia intrafamiliar.
Un doble crimen conmocionó a Bogotá este miércoles después de que un policía en servicio asesinara a su expareja y luego se quitara la vida.
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El hecho ocurrió al interior de una peluquería en el barrio Quintas del Sur, localidad de Ciudad Bolívar, donde Andrés Julián Meza, miembro activo de la Policía Nacional, disparó diez veces contra Yesica Paola Chávez (26), cosmetóloga, antes de suicidarse con un disparo en la cabeza.
El ataque quedó grabado en video
Las imágenes de seguridad muestran al agresor ingresar al local con casco, sacar su arma reglamentaria y disparar repetidamente contra la mujer, mientras testigos huían en terror.
Aunque el uniformado estaba fuera de servicio, utilizó su pistola de dotación para cometer el feminicidio.
Yesica Paola Chávez murió en el acto, mientras que Meza fue trasladado a un centro médico, donde falleció horas después.
Las autoridades confirmaron que el agente tenía dos denuncias previas por violencia intrafamiliar (2019 y junio de 2024), lo que ha generado indignación por la falta de medidas preventivas.
Antecedentes de violencia y fallas en el sistema
El coronel Jhon Díaz, comandante operativo de Seguridad Ciudadana, lamentó el crimen y aseguró que se investigará el caso.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos exigen mayor control en el uso de armas policiales y protocolos más estrictos para agentes con denuncias de violencia de género.
Este feminicidio ha reavivado el debate sobre la impunidad en casos de violencia machista, especialmente cuando los agresores son funcionarios públicos.
La ciudadanía cuestiona cómo un policía con denuncias recientes seguía portando un arma letal.
Reacciones y exigencias de justicia
Familiares y vecinos de la víctima exigen justicia y medidas para evitar más muertes. “Era una mujer trabajadora, querida.
¿Cómo permitieron que un hombre con denuncias siguiera armado?”, expresó una amiga de Yesica.
Mientras las autoridades analizan el video y recaban testimonios, el caso se suma a la alarmante cifra de feminicidios en Colombia, muchos cometidos por parejas o exparejas.
La pregunta que queda es: ¿Cuántas señales de alerta más se necesitan para proteger a las mujeres?