El colapso en Real Plaza Trujillo, que dejó seis muertos y más de 80 heridos, revela graves fallas en la supervisión estructural. Modificaciones aprobadas por un arquitecto prófugo y condenado por coimas habrían debilitado la estructura del patio de comidas.
Modificaciones cuestionadas en el patio de comidas
El techo del Real Plaza Trujillo sufrió cambios sustanciales en su diseño original, aprobados por el arquitecto Ernesto Villanueva, actualmente prófugo y condenado por corrupción.
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Cambios comerciales comprometieron la seguridad
El diseño inicial incluía 16 columnas, pero cinco fueron reubicadas para ampliar el espacio comercial. Expertos señalan que estas modificaciones requerían una revisión técnica que nunca se realizó.
Funcionarios prófugos y responsabilidades evadidas
Villanueva, condenado en 2022 por colusión agravada, y el ingeniero Ángel Porras, quien aprobó las estructuras en 2024, están prófugos. Ambos fueron clave en la aprobación de los cambios que debilitaron la estructura.
Deficiencias estructurales ignoradas
La Fiscalía descubrió que los documentos municipales carecían de información crucial sobre las vigas. Fotografías de 2024 mostraban oxidación visible en los pernos y estructuras, evidenciando fallas que fueron ignoradas.
Real Plaza y la defensa de su gestión
En un comunicado, Real Plaza aseguró que las modificaciones fueron evaluadas por especialistas y supervisadas técnicamente. Sin embargo, las evidencias sugieren lo contrario, apuntando a una grave negligencia en la gestión de la seguridad estructural.
Advertencias previas y cierre temporal
En diciembre de 2023, la Municipalidad de Trujillo ordenó el cierre del centro comercial por deficiencias estructurales. A pesar de las advertencias del exalcalde Arturo Fernández, quien calificó el lugar como una “bomba de tiempo”, el local reabrió una semana después.
Colapso Real Plaza: ¿Negligencia o corrupción?
El caso expone una cadena de irregularidades, desde aprobaciones cuestionables hasta la falta de supervisión técnica. La justicia aún busca a los responsables, mientras las víctimas y sus familias exigen respuestas claras.
El colapso en Real Plaza Trujillo no fue un accidente aislado, sino el resultado de decisiones irresponsables y corrupción. Las modificaciones estructurales, aprobadas sin rigor técnico, terminaron en una tragedia evitable que ha dejado una profunda huella en la comunidad.
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