Una investigación federal destapa la peligrosa red de distribución de armas que operaba a plena vista en aplicaciones de mensajería.
El brazo armado del narco: redes sociales como mercado negro
En un operativo conjunto llevado a cabo por las fuerzas de seguridad federales mexicanas, fue detenido en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, Walter “N”, identificado como uno de los principales proveedores de armamento y explosivos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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Lo alarmante del caso: la compraventa de estas armas se realizaba a través de aplicaciones de mensajería instantánea como si fueran productos ordinarios.
De acuerdo con lo publicado por Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la detención se realizó tras realizar dos cateos simultáneos en los municipios de Tlajomulco y Zapopan.
Armas, explosivos y narcóticos: lo que encontraron
Durante el cateo en la vivienda de Tlajomulco se aseguraron:
- 7 armas cortas y 2 largas
- Cajas con cartuchos de diversos calibres
- Dosis de marihuana
- Básculas grameras
- Una contadora de billetes
- Dinero en efectivo
- 4 vehículos y una motocicleta
- 5 bolsas de plástico con polvo blanco (posiblemente cocaína)
- Cargadores para armas de fuego
Simultáneamente, en Zapopan se decomisaron:
- 4 bolsas con 25 kilos de marihuana
- Cartuchos de diversos calibres
- Placas metálicas
- Documentación
- Más básculas y una motocicleta adicional
Ambos inmuebles quedaron bajo resguardo de las autoridades.
🚨 Una red más grande de lo que parece
Según la SSPC, Walter “N” no solo vendía armas al CJNG, sino que también habría comercializado armas y explosivos a terceros mediante plataformas digitales, vulnerando la seguridad nacional. Este modelo de tráfico cibernético recuerda los mercados ilegales del deep web, pero con una impunidad alarmante: se hacía desde apps cotidianas.
¿Y ahora qué sigue?
El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal. Las investigaciones apuntan a una red mayor de tráfico de armas, posiblemente conectada a otros cárteles y células delictivas. De confirmarse, se trataría de uno de los golpes más relevantes contra el suministro bélico del CJNG en lo que va del año.
Crítica: la urgencia de vigilar el cibertráfico de armas
Este caso revela una peligrosa modernización del crimen organizado. Las redes sociales y apps de mensajería son hoy herramientas delictivas que permiten la distribución de armamento con una logística rápida, discreta y difícil de rastrear.
Las autoridades mexicanas enfrentan no solo al crimen físico, sino también a su digitalización.
La ciudadanía merece saberlo y exigir respuestas más firmes contra estas redes de muerte. Porque no es solo un caso aislado, es un síntoma del avance del crimen digitalizado.