El Cártel Jalisco Nueva Generación se deslinda de la emboscada que mató a 8 Fuerzas Especiales y señala al Cártel de Los Reyes como responsable. El mensaje expone vínculos entre autoridades locales, militares y crimen organizado.
Crimen, miedo y traición: el mensaje del CJNG
Un video difundido en redes sociales ha encendido las alarmas. Un grupo armado, identificado como el Grupo Delta del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), emitió un mensaje grabado donde se deslinda de la emboscada que cobró la vida de ocho soldados mexicanos en Michoacán, el pasado martes 27 de mayo.
Mira: Nuevo Jorge Chávez inicia operaciones: Un hito en la historia aérea del Perú
Los elementos de Fuerzas Especiales murieron al detonar una mina terrestre mientras se desplazaban en un vehículo blindado en la frontera entre Michoacán y Jalisco.
El hecho fue atribuido inicialmente al CJNG, pero el mensaje viral acusa a otros actores: “Nosotros no trabajamos con minas. No ponemos en riesgo a civiles, niños ni mujeres”, afirma el vocero armado.
¿Quiénes son los verdaderos responsables?
El CJNG responsabiliza directamente al grupo criminal rival conocido como el Cártel de Los Reyes, cuyos líderes —William Álvarez alias “La Maniaka”, Luis Enrique Barragán Chávez “El R5” y Alfonso Fernández Magallón “Poncho La Quiringua”— serían los autores intelectuales del ataque.
Estos capos, según el video, estarían respaldados por Carteles Unidos, organización vinculada al Cártel de Tepalcatepec y señalada como terrorista por el gobierno de Estados Unidos desde la administración de Donald Trump.
La denuncia no se queda en lo criminal: también se adentra en lo político y militar.
Vínculos peligrosos: corrupción en todos los niveles
El mensaje del CJNG incluye explosivas acusaciones contra el general Enrique Covarrubias, subsecretario de la Defensa Nacional, a quien acusan de estar relacionado sentimentalmente con la hija de la alcaldesa de Tepalcatepec, Martha Laura Mendoza.
Esta última es cuñada de Juan José “El Abuelo” Farías, cabecilla de Carteles Unidos.
Según el CJNG, esta red de vínculos familiares y militares permite que millones de pesos fluyan mediante la extorsión a productores agrícolas y ganaderos de la región.
Además, los voceros exigen investigar a los directores de seguridad de Cotija, Los Reyes, Tingüindín y Tocumbo, señalándolos como colaboradores de los cárteles locales.
Incluso, acusan al alcalde de Los Reyes de proteger directamente a los capos locales.
Silencio oficial ante la acusación directa
Hasta el momento, ni la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ni el Gobierno de Michoacán han emitido una postura oficial frente a estas graves acusaciones.
La versión del CJNG ha abierto un nuevo frente en la narrativa del crimen organizado, mostrando una pugna no solo entre cárteles, sino también por el control de la verdad ante la opinión pública.
Para reportar actividades delictivas:
👉 Denuncia anónima FGR
👉 SEDENA contacto ciudadano
👉 Fiscalía Michoacán
Una guerra sin rostro ni verdad única
Mientras se disputa el territorio a sangre y fuego, los cárteles pelean también por el relato. El deslinde público del CJNG, lejos de ser un acto de transparencia, puede responder a un cálculo estratégico para desviar la atención del gobierno y reposicionarse ante la inminente venganza militar, que —como muchos analistas coinciden— será devastadora.
Los pobladores, atrapados entre minas, balas y corrupción, siguen siendo las verdaderas víctimas de esta guerra encubierta.