Loreto, la región con más cuerpos de agua, también lidera en pérdida hídrica. El retroceso glaciar y la crisis climática transforman el paisaje hídrico del país.
Un nuevo informe de MapBiomas Agua Perú, liderado por el Instituto del Bien Común (IBC), confirma lo que la comunidad científica y las poblaciones rurales vienen advirtiendo desde hace décadas: el calentamiento global está alterando gravemente los ecosistemas hídricos del país. De acuerdo con los datos procesados a partir de imágenes satelitales, el 65% de las cuencas hidrográficas peruanas han perdido superficie de agua respecto a su media histórica en los últimos 40 años.
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Este fenómeno se ha acelerado desde el año 2000 y afecta directamente a la seguridad hídrica, la producción agrícola, la biodiversidad y el acceso al agua potable, especialmente en zonas vulnerables. En 2024, el Perú registró su tercer año más seco desde 1985 y el más seco en los últimos 28 años, con una superficie de agua de apenas 1,74 millones de hectáreas.
Loreto: abundancia que también desaparece
La región de Loreto, tradicionalmente considerada como el pulmón hídrico del país por su vasta red fluvial, conserva la mayor extensión de cuerpos de agua (595.000 hectáreas). Sin embargo, también lidera en pérdida absoluta: 51.000 hectáreas menos en relación con su media histórica. Esta paradoja pone en evidencia la complejidad del cambio climático, donde incluso los territorios ricos en agua no escapan al deterioro ambiental.
Ayacucho y la desaparición total de glaciares
Un símbolo alarmante de esta crisis es Ayacucho, que desde 2016 no registra superficie glaciar alguna, quedando con 0 hectáreas de hielo andino. A nivel nacional, Perú ha perdido más de 62.000 hectáreas de glaciares entre 1995 y 2024, una superficie equivalente a 17.000 Estadios Nacionales. Solo quedan 94.345 hectáreas de glaciares, principalmente en Áncash.
El retroceso glaciar, especialmente en la zona central y sur del país, afecta directamente la recarga de ríos, lagunas y sistemas agrícolas, generando tensiones en el acceso al agua y mayores vulnerabilidades sociales.
Transformaciones impulsadas por actividades humanas
El estudio distingue entre cuerpos de agua de origen natural y antrópico, revelando que, si bien la superficie natural se redujo en 8,5%, los cuerpos de agua artificiales crecieron 90%, impulsados principalmente por actividades mineras, acuícolas y agropecuarias.
- Superficie de agua por minería: creció 2,6 veces.
- Acuicultura: 2,3 veces.
- Lagunas reguladas: +29%.
- Agropecuario y otros usos: +61%.
Este cambio en el uso del agua modifica la estructura ecológica de las cuencas y plantea nuevos desafíos en cuanto a sostenibilidad y justicia hídrica.
Crisis climática y El Niño: un patrón cada vez más volátil
Los datos reflejan que los años con mayor presencia de agua se vinculan con eventos intensos del Fenómeno de El Niño, como en 1998, 2002 y 2017. Por el contrario, 1992 y 2024 destacan como años de sequía severa, especialmente en la cuenca del Amazonas, que es crucial para el país y para la región latinoamericana.
Adaptación urgente: la gestión del agua en el centro del debate
Para Renzo Piana, director del IBC, este informe es un llamado de alerta: “El 65% de cuencas con pérdida hídrica resume la magnitud del reto que enfrentamos en materia de gestión de agua y adaptación al calentamiento global”.
La plataforma MapBiomas Perú, que utiliza imágenes satelitales procesadas con algoritmos de inteligencia artificial en Google Earth Engine, ofrece una herramienta pública y gratuita para que tomadores de decisión, académicos y ciudadanía accedan a información actualizada sobre el estado del agua en el país.
Frente al cambio climático, la única respuesta viable es la acción concertada, urgente y basada en evidencia. El futuro del agua —y de millones de peruanos— está en juego.
(Con información de Infobae)