Embajada de EE.UU. flexibiliza entrevistas consulares en ciertos casos
A partir del 2 de septiembre de 2025, la Embajada de Estados Unidos en Lima actualizará las categorías de solicitantes de visas no inmigrantes que podrán ser exonerados de la entrevista presencial.
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Entre los beneficiarios están aquellos que tramiten visas diplomáticas u oficiales —como las A‑1, A‑2— destinadas a jefes de misión, diplomáticos, funcionarios consulares y sus familiares; las C‑3, para funcionarios en tránsito; y las G‑1 a G‑4, para representantes y empleados de organismos internacionales.
También incluye solicitudes de renovación de visa B‑1/B‑2 (turismo o negocios), efectuadas hasta 12 meses después del vencimiento, siempre y cuando se cumplan las condiciones de que la visa anterior haya tenido validez completa y el solicitante ya haya cumplido 18 años.
No obstante, se recalca que los oficiales consulares tienen criterio discrecional: aún incluso si se cumplen los requisitos, pueden requerir una entrevista si lo consideran necesario.
Duras reglas para menores y adultos mayores: entrevistas obligatorias
Una de las medidas más controversiales es la eliminación de las exenciones para menores de 14 años y mayores de 79 años, quienes ahora deben presentarse obligatoriamente a una entrevista presencial, sin excepción aparente, desde el mismo 2 de septiembre de 2025. Esto ha generado incomodidad entre muchos peruanos, ya que anteriormente contaban con una exención.
El polémico “Visa Integrity Fee”: el costo se dispara
Otra medida que impactará fuertemente el proceso de visas es la nueva tarifa de integridad de visa (“Visa Integrity Fee”) de US $250, establecida bajo la ley conocida como One Big Beautiful Bill Act (H.R.1), firmada el 4 de julio de 2025.
Esta tarifa es obligatoria para casi todas las visas no inmigrantes (turismo, estudios, trabajo temporal, etc.), incluyendo B‑1/B‑2, F, M, H‑1B, J, entre otras. Solo están exentas las visas diplomáticas (categorías A y G) y los viajeros bajo el Programa de Exención de Visa (VWP).
Aunque en teoría la tarifa puede ser reembolsable si el solicitante cumple con las condiciones de la visa (como regresar a tiempo o ajustar su estatus legal), el proceso está por definirse y, según expertos, pocos podrán cumplir con todos los requisitos administrativos.
Con esto, el tradicional costo de una visa B‑1/B‑2 (aproximadamente US $185) se elevaría en más del doble, superando los US $435 o incluso acercándose a los US $472, dependiendo de la conversión al sol peruano.
Estas medidas representan una combinación de flexibilización limitada (para ciertos casos de renovación o diplomáticos) y contención restrictiva (entrevistas obligatorias para extremos de edad, aumento de tarifas), lo cual sugiere un enfoque estadounidense que busca a la vez agilizar ciertos trámites y reforzar su control migratorio y fiscal.
Para los peruanos, esto implica un panorama donde la eficiencia está condicionada, pero el costo para viajar se vuelve significativamente más oneroso.
La transparencia en los procedimientos y la implementación real de estas medidas será clave: en especial, cómo se definirá la discrecionalidad consular, los criterios de reembolso del nuevo cargo y cómo se comunicará todo esto a los solicitantes.