El nuevo Jorge Chávez ya opera en marcha blanca, mientras se alistan megaproyectos como el intercambio vial Santa Rosa y una ciudad-aeropuerto que marcará un antes y un después en la experiencia de llegada al Perú.
Por años, el aeropuerto internacional Jorge Chávez fue la puerta de ingreso al país más temida por los viajeros: congestión vehicular, calles deterioradas y un entorno urbano marcado por el abandono dificultaban la experiencia de llegada. Sin embargo, el panorama ha comenzado a cambiar. Con la apertura del nuevo terminal, la llegada del primer hotel cinco estrellas dentro de un aeropuerto sudamericano, y el inicio del megaproyecto intercambio vial Santa Rosa, el Jorge Chávez vive una transformación histórica.
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El nuevo rostro del Jorge Chávez: infraestructura en expansión
Uno de los cambios más significativos será la construcción del intercambio vial Santa Rosa, adjudicado recientemente y cuya ejecución comenzará en enero de 2026. Este proyecto —con una inversión superior a 130 millones de dólares— contempla un puente principal de 67 metros, pasos a desnivel, rampas de enlace, carriles diferenciados para tráfico pesado y liviano, un puente peatonal con acceso para ciclistas, y mejoras estructurales en toda el área.
“El objetivo es reconectar el aeropuerto con la Vía Expresa Santa Rosa y, desde allí, con la Costa Verde, optimizando el flujo logístico entre el aeropuerto y el puerto”, explicó el equipo del PMO Díaz, responsable de la supervisión. La obra beneficiará tanto al transporte de pasajeros como al tráfico pesado y urbano, además de generar 500 empleos directos.
La avenida Morales Duárez, otrora símbolo de deterioro urbano, será reconectada a través de una pasarela subterránea, mientras que las zonas ribereñas del río Rímac recibirán un enrocado de 3.5 kilómetros, como parte del plan de protección estructural.
Un hotel de lujo junto al nuevo terminal
En paralelo al avance de las obras viales, el Jorge Chávez estrena un hotel de lujo a solo 60 metros del nuevo terminal. Se trata del Wyndham Grand Lima Airport, un hospedaje de 10 pisos, 249 habitaciones y tecnología domótica, que se integra al proyecto Lima Airport City.
Con suites presidenciales, piscina, gimnasio, spa y zonas de descanso para viajeros en tránsito, el hotel busca ofrecer un servicio de clase mundial. Su plantilla, conformada en más del 70% por trabajadores del Callao, refleja también un impacto social positivo. “Este hotel ha cambiado nuestras vidas. Antes había que ir hasta Miraflores para conseguir trabajo en hotelería”, cuenta María, quien pasó de camarera a ama de llaves.
La ciudad-aeropuerto: de paso a destino
El concepto de ciudad-aeropuerto deja de ser un ideal futurista. A la construcción del hotel se suma un segundo hospedaje de tres estrellas en marcha, así como oficinas corporativas, centros logísticos, comercios y servicios aeronáuticos que transformarán la zona en un nuevo núcleo urbano y económico para el Callao.
La estrategia de articulación público-privada ha permitido convertir un entorno de tránsito en una zona de permanencia y desarrollo. La propuesta es clara: no solo modernizar el Jorge Chávez, sino rediseñar su entorno como un ecosistema eficiente, conectado y con servicios de calidad internacional.
Un reto para el Estado y el sector privado
Aunque las obras tienen cronograma establecido, expertos advierten sobre la necesidad de cumplir con los plazos y evitar errores del pasado. La adjudicación del puente Santa Rosa es solo el primer paso; aún faltan procesos técnicos, sociales y administrativos para garantizar su ejecución sin retrasos.
Mientras tanto, el nuevo Jorge Chávez ya funciona en marcha blanca, mostrando un rostro muy distinto al que por años representó el ingreso al Perú: caos, baches y desorden. La transformación ya comenzó y, si se mantiene el impulso, podría convertirse en modelo de integración urbana para toda Sudamérica.
(Con información de Infobae)