Julio Eusebio Labra fue ejecutado en el escenario durante una presentación en Emiliano Zapata, en medio de una creciente ola de violencia y con el silencio oficial marcando el ritmo del miedo.
Una noche de música que terminó en tragedia
Lo que debía ser una noche de celebración y música terminó en horror en el restaurante-bar El Guamuchilito, ubicado en Emiliano Zapata, Morelos.
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A las 11:00 p.m. del domingo 1 de junio, mientras se desarrollaba una presentación en vivo del grupo norteño Los Conquistadores de la Sierra, sujetos armados irrumpieron en el recinto y dispararon directamente contra el vocalista, Julio Eusebio Labra, provocando su muerte instantánea en pleno escenario.
El ataque, presenciado por decenas de asistentes, desató el caos. Algunos intentaron huir del lugar, otros se tiraron al suelo buscando resguardo. El evento, que debía ser una velada popular, terminó en una escena de pánico y sangre.
Silencio institucional en medio del luto
Elementos de seguridad pública estatal y municipal llegaron minutos después del ataque, acordonaron la zona e iniciaron un operativo de búsqueda de los agresores. Sin embargo, hasta ahora no hay detenidos ni una línea clara de investigación.
El Servicio Médico Forense (SEMEFO) realizó el levantamiento del cuerpo y peritos comenzaron la recolección de pruebas balísticas.
Pero ni la Fiscalía General del Estado de Morelos ni el gobierno municipal han emitido comunicados oficiales que esclarezcan el crimen o den tranquilidad a la ciudadanía.
Un artista que era voz del pueblo
Julio Eusebio Labra era más que un vocalista. Su voz marcó la vida de muchos en ferias, bailes y festividades populares del centro del país.
Los Conquistadores de la Sierra eran reconocidos por su cercanía con el público, con canciones que acompañaban celebraciones familiares y eventos comunitarios. Su repentina y violenta muerte deja un vacío profundo en la cultura musical regional.
En redes sociales, cientos de usuarios han compartido mensajes de despedida, fotografías de sus presentaciones y videos que ahora se tornan dolorosos.
Su legado artístico queda empañado por un acto cobarde que refleja la vulnerabilidad de quienes hacen arte en un país golpeado por el crimen.
Violencia en aumento y elecciones en silencio
El asesinato se da en un contexto preocupante: solo en la semana previa, cuatro personas fueron asesinadas en distintos hechos en Emiliano Zapata.
A esto se suma la coincidencia con la jornada electoral en Morelos, lo que podría explicar la falta de pronunciamientos inmediatos por parte de las autoridades, que prefirieron guardar silencio en un día políticamente delicado.
Esta ejecución pública es una muestra más del deterioro de la seguridad en regiones que, históricamente, eran consideradas tranquilas. Y deja al descubierto la inacción gubernamental ante un crimen que sacudió incluso el escenario de la música local.
¿Quién protege a los artistas populares?
La ejecución de Julio Eusebio Labra recuerda que en México ni siquiera la cultura escapa de la violencia. Se ha asesinado a músicos en carretera, en fiestas y ahora, en un escenario.
¿Cuántos más deberán caer antes de que las autoridades asuman el compromiso de proteger a quienes, con su arte, construyen identidad, comunidad y memoria?
El pueblo de Emiliano Zapata está de luto, pero también exige justicia. Porque si la música calla por miedo, entonces la violencia habrá ganado.
Enlaces oficiales:
- Fiscalía General del Estado de Morelos: https://fiscaliamorelos.gob.mx
- Secretaría de Seguridad Pública de Morelos: https://sspc.morelos.gob.mx